Bilbao - A las primeras de cambio, las opciones de Jon Rahm en el World Golf Championship HSBC Champions de Shanghái se redujeron drásticamente, casi al borde de la desaparición. El vizcaino firmó una primera jornada gris, con el par del campo, y se quedó sin margen de error de cara a los próximos días. La reacción es necesaria y debe ser a lo grande. Este recorrido acostumbra a presenciar tarjetas muy bajas y el ganador suele rondar el -20 por lo que el lastre del de Barrika ya es considerable. En su descorche, la tradición se mantuvo y con unas condiciones idílicas para jugar a golf, una buena legión de jugadores destacaron para desmarcarse con muy buenas puntuaciones. El mejor de ellos fue Brooks Koepka. El estadounidense no desaprovechó la oportunidad ofrecida y se fue hasta los ocho golpes por debajo del par del campo, consiguiendo birdies, e incluso algún eagle, con pasmosa facilidad, como si estuviera escrito en el guion del futuro ganador.

El estreno marcó el devenir de Rahm en toda la jornada inaugural. Reflejo de lo sucedido en Valderrama. El vizcaino estuvo desacertado y se le vio ofuscado, desesperado en alguna ocasión. Le costó encontrarse con el campo de Shanghái y los momentos de brillo no aparecieron hasta los golpes finales. El puesto cada vez fue peor y la cosa fue en el hoyo 3, el 12 de su vuelta. El vizcaino vivió sus primeros brotes verdes, empezó a despegar después de su mal inicio y las esperanzas de hacer una buena tarjeta aparecieron tímidamente. Rahm jugó bien el hoyo y colocó la bola a metro y medio del objetivo, con opción de birdie. Pero ahí la fortuna no estuvo de su lado. Todo lo que pudo salir mal, salió mal. Un golpe aparentemente sencillo paso a ser un laberinto con una difícil salida y el bogey acabó manchando su tarjeta.

Las buenas tarjetas fueron entregándose una tras otra y al mismo tiempo Rahm, encuadrado en el partido estelar con Dustin Johnson e Hideki Matsuyama, trató de sobrevivir a la jornada. Acabar en los primeros puestos empezó a ser misión imposible, pero el torneo es largo y quedarse sin ninguna opción a las primeras de cambio quedó prohibido. En esta tesitura, sabedor de que no era el momento de una grandísima racha, el golfista de Barrika fue cumpliendo en cada hoyo, sumando pares sin parar y manteniéndose vivo.

Todo pudo irse al traste en el hoyo final, el más complicado de todo el recorrido. Rahm decidió arriesgar, atacó la bandera en busca de un birdie y la pelota se fue directamente al agua. El double bogey era la opción más probable. Sin embargo, el vizcaino embocó desde la orilla un par imposible que le hizo marcharse con una sonrisa del campo. Sensaciones positivas que deberá mantener en lo que resta de torneo para comenzar con su escalada hacia los puestos de cabeza.

1. Brooks Koepka-8

T2. Gavin Green-7

T2. Kiradech Aphibarnrat-7

T4. Haydn Porteous-6

T4. Patrick Reed-6

T6. Paul Dunne-5

T6. Tony Finau-5

T6. Ashun Wu-5

T6. Matt Kuchar-5

T48. Jon Rahm0