Bilbao - Nada más acabar el Irish Open, con el trofeo aún en sus manos, a Jon Rahm ya le estaban hablando del Open Británico, su major favorito, que comenzará dentro de once días en Royal Birkdale. Su victoria en Portstewart le sitúa inmediatamente entre los grandes favoritos, pero el vizcaino prefiere ser prudente porque “no va a ser igual. Este campo va a estar más fácil de lo que va a estar el British”, reconoció en declaraciones a Ten Golf. “La vida y el golf son un continuo aprendizaje y me he demostrado de lo que soy capaz porque no había estado nunca en esta situación de partir como líder el último día”, añadió el de Barrika, cargado de confianza tras su brillante triunfo en Portstewart.
“No sé cuáles pueden ser mis expectativas para el British. Ahora voy a descansar un poco y luego analizaremos lo que hemos hecho esta semana. Hay que ir limpio de mente, pero sé que puedo salir allí, disfrutar la semana y dar mi mejor nivel, como siempre”, señaló en la entrevista oficial para el Circuito Europeo tras convertirse en el séptimo jugador novato que gana un torneo en el Circuito Europeo este año. Rahm también se declaró “absolutamente honrado” por estar en el mismo palmarés que Seve Ballesteros, Txema Olazabal o Sergio García, “mis tres héroes”. “Es para mí un honor venir por primera vez y entrar en la historia de este gran torneo en este gran país y en este gran campo”, aseguró. El jugador de Barrika se mostró sorprendido porque “no he jugado mi mejor golf estos días, pese al 24 bajo par”, aunque sí admitió que “en los primeros quince hoyos de hoy he jugado el mejor golf posible, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones. Obviamente, el eagle en el 4 ha sido un plus para toda la jornada. Creo que después de eso y hasta el hoyo 11 no he fallado ni un solo golpe”.
Un gesto discutido Jon Rahm se refirió también a la polémica suscitada en el hoyo 6 por la incorrecta colocación de su bola en el green y aseguró que no trató de sacar ninguna ventaja de manera antirreglamentaria. En todo caso, le instó al jefe arbitral Andrew McFee, cuando conversaron en el camino del hoyo 13, a que “me dijera si estaba penalizado o no, pero que no me pidiera muchas explicaciones en ese momento en el que todo estaba siendo demasiado emocional y debía mantener la concentración”. Esa situación extraña hizo que “en los últimos hoyos estuviera un poco irregular y dubitativo y fallara algunos golpes”, pero la victoria no peligraba ya , con o sin penalización, “aunque tenía que estar atento porque llevaba muchos rivales por detrás”.