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Andoni Gago se trabaja la redención en el ring de Bilbao

El boxeador de Otxarkoaga supera a los puntos a Lorenzo Parra, excampeón del mundo de los mosca

Andoni Gago se trabaja la redención en el ring de Bilbao

Bilbao - “Voy a demostrar que queda Machito para rato”, dijo Andoni Gago en el prólogo del combate del sábado noche en el frontón Bizkaia de Bilbao. Las palabras del púgil de Otxarkoaga anunciaban tambores de guerra. Cada sílaba era un golpe de baqueta. Cada palabra, un toque de corneta. La frase llegaba después de haber afinado el pesaje y los ecos de la anterior cita similar en la cabeza. Era imposible que no le recorriera el espinazo la electricidad del pasado. El retrovisor dictaba el problema con la báscula en la batalla programada en diciembre ante Sofiane Takoucht. Andoni Gago se pasó entonces, perdió el título Internacional IBF y acudió a la velada, programada para el día siguiente, con la mala resaca masticándole el estómago como un pitbull rabioso. Fue allí, en el frontón, en el mismo escenario donde el sábado regresó, donde Gago anunció pecados y penitencias micrófono en mano, donde asumió los errores cometidos y los peajes de una doble vida laboral y profesional. Honesto consigo mismo y los suyos pisó la lona de Bilbao y admitió el fallo. Desde la grada se le animó y desde la comandancia de MGZ se pusieron manos a la obra para restañar la herida.

“Voy a demostrar que queda Machito para rato”, dijo el púgil tras verse la cara con Lorenzo Parra y la báscula y sellar el peso pactado para el pleito. Sin problemas. Sin fallas. Reto cumplido. Comienza el reseteo.

Y el reinicio de Gago pasó por la piel de un excampeón del mundo de los mosca como el venezolano, que buscó las cosquillas al bilbaino. Tuvo que trabajar el de Otxarkoaga hasta el último toque de campana, buscando las entrañas de un estilo particular y destructivo. Gago actúa como un kamikaze, su pose bate las alas con la fiereza de un dragón y el alma de un desmemoriado. Fiel a su modo, se afiló con el viento de espalda para que su rival encaneciera con el aire de zurda. Más técnico Parra, el duelo languideció hasta los últimos compases en un combate en el que hubo de todo. El suramericano mostró malas artes por lo bajo, amonestación incluida, y la pelea se fue hasta los ocho asaltos pactados.

Llegados al último pase, al de la decisión de los jueces, los tres dieron vencedor en sus tarjetas al bilbaino. Sellaron un 75-77, 75-78 y 74-77 para darle la redención a Gago. Para devolverle la fe en sí mismo. Para reconciliarle con la fiereza de su despliegue. Para mostrar que al Machito le queda correa para levantar el alma. El encorajinado Gago se batió el cobre con Parra hasta el límite del filtro. El venezolano fue el Padre Nuestro tras la confesión con micrófono en la lona de Bilbao. La siguiente prueba será el 11 de marzo.

Suma y sigue de Larrinaga Ibon Larrinaga continúa sumando victorias en su carrera como profesional. El boxeador de Romo trabajó hasta la extenuación para tumbar a un tipo como Franklin Varela, un currante del ensogado, cuyo bagaje profesional es largo y lleno de altibajos. Larrinaga triunfó a los puntos en su sexto reto profesional.