bilbao - La Eternal Running llega a Galdakao en menos de dos semanas. Será la segunda ocasión en la que la localidad del Ibaizabal acoja una de las pruebas del Circuito Mundial Eternal Running, y la participación volverá a ser “muy buena, puesto que ya hay inscritas más de 3.000 personas”, comenta el director de esta carrera, Rubén López. Además, cabe destacar que la cita de este año trae consigo algunas novedades. Para empezar, tendrá lugar un sábado (22 de octubre a las 16.00 horas) y no en domingo, como el año pasado, por lo que se espera poder alcanzar la cifra de participantes de 2015. “La idea es que la gente se quede una vez finalice la prueba y pueda disfrutar de las actividades que ha programado el Ayuntamiento”, comenta López. Por otra parte, tanto el recorrido como los obstáculos depararán sorpresas a los miles de valientes que se enfunden sus mejores galas para correr y sobre todo, pasárselo bien.

La Eternal Running es una carrera que se sale de la norma establecida, del running puro y duro. Su director la describe como “la mezcla perfecta entre reto y diversión, una pista americana de gran escala en la que caben desde personas totalmente sedentarias hasta un deportista olímpico”. La prueba, patrocinada por DEIA y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Galdakao, llega renovada: “Hemos preparado nuevos obstáculos, además también habrá sorpresas en los premios y el recorrido”. En este sentido, el concejal de Deportes ya adelantó a DEIA que el recorrido “va a ser algo más urbano que el del año pasado, con el objetivo de llegar a más gente y acercarlo al pueblo”. De todos modos, no se conocerá hasta el mismo día de la carrera, aunque sobre el recorrido escogido el director de la prueba destaca que “es uno de sus puntos fuertes, esa mezcla de lo urbano con el entorno de campo”.

La localidad volverá a gozar de esa visibilidad que ofrece este circuito mundial. Y es que, la prueba ha llegado a Argentina, Australia, EE.UU., Chile, otros países europeos? “La idea era que tuviésemos una prueba fuerte en el norte, y así ha sido después de la primera edición, Galdakao se ha afianzado como una gran apuesta dentro de todas las pruebas que hacemos en todo el mundo”, explica López. Los obstáculos son la seña de identidad de la Eternal Running. En Galdakao, los 10 kilómetros de recorrido tendrán un total de 80 obstáculos, que habrá que superar en tres horas. “Se trata de que la gente pueda hacerla disfrutando, aunque si quieres competir, es sin duda una prueba muy exigente, dura y que pone al límite tus fuerzas”, concreta.

Otro de los puntos fuertes de la carrera es su carácter desenfadado. Disfraces, complementos e incluso botas de vino, todo vale para pasar un buen rato mientras te zambulles en el barro, escalas una pared o te tiras por un tobogán. Sin embargo, no todo son disfraces y carreras gamberras, puesto que uno de los objetivos es que “la gente pueda llegar a meta y convertirse en Invencibles, que es como llamamos a todos los que terminan la Eternal”, destaca su director. Además, a mitad de camino se ofrece un avituallamiento “a base de aceitunas, patatas o vino” entre otros y para finalizar una gran paella. “Cuando comenzamos teníamos claro que la carrera debía potenciar la superación, el reto, el sacrificio y la dureza, pero sin olvidar que la diversión y la fiesta son igual de necesarias”.

Solamente cabe esperar, animarse a participar y disfrutar. Además en 2017 se podrá repetir, y es que, Rubén López también adelantó a DEIA que el año que viene, la Eternal Running volverá a pisar suelo galdakoztarra.