LA semana pasada se abrió el telón del balonmano vizcaino y en el escenario, erguidos, aparecieron el Trapagaran, Barakaldo, Askartza y Romo como los grandes protagonistas de la función. Y es que, tras el descenso de Urdaneta, estos cuatro conjuntos serán los representantes del territorio histórico esta temporada en la Primera Nacional, es decir, la tercera categoría de este deporte en el Estado. De ellos, es el equipo de El Valle quien sobresale por méritos deportivos, después de que la campaña pasada se clasificara para el play-off de ascenso a Honor Plata. Sin embargo, los pupilos de Joseba Rodríguez, más conocido sobre el parqué como Jaito, no pudieron consumar la promoción y tendrán que participar una vez más en la división de bronce.
De esta forma, tras un verano en el que se han producido importantes bajas en el vestuario auriazul, el Trapagaran ha decidido tirar de cantera para intentar volver a entrar en la misma fase de ascenso que disputaron hace escasos meses. Así pues, en El Valle no juegan al despiste, tienen claro cuál es su objetivo y no tienen ningún pudor en decirlo. Quieren repetir el éxito del año pasado y lo quieren hacer con las mismas armas defensivas y ofensivas, es decir, con el mismo balonmano, que exhibieron la pasada temporada. Por ello, con una victoria en el primero encuentro liguero -28-25 ante el Dominicos Zaragoza- ya han comenzado su propósito.
Caso diferente es el del Barakaldo. El año pasado, el conjunto fabril sufrió más de lo esperado para poder mantener la categoría. En una campaña de transición en la que gran parte de la plantilla y el cuerpo técnico se marcharon del equipo, el Barakaldo tuvo que volver a encontrar su sitio en el parqué y en la categoría. Por ello, ya pasado el bache, los barakaldarras quieren disfrutan del balonmano sin la presión de la clasificación, y ello pasa por salvar la categoría lo antes posible y, después de ello, poder tomar aire para mirar hacia arriba.
Askartza y Romo, por su parte, no pueden ser tan optimistas como sus rivales vizcainos en la categoría de bronce. Y es que ambos conjuntos llevan tonteando con los puestos rojos desde hace varias temporadas -de hecho, el conjunto granate tuvo que emigrar hace dos campañas al grupo B de la división para evitar el descenso- y, aunque llevan salvándose in extremis año tras año, son conscientes de que jugar con fuego a veces quema. Por eso, su objetivo es eludir, una vez más, el ostracismo a la categoría autonómica y, para ello, pretenden hacerse fuertes en casa para sumar los puntos que matemáticamente les deje en Primera Nacional. Sin embargo, en Askartza y Romo reconocen que su propósito es una gesta complicada y es que ambos fueron incapaces de puntuar en su estreno de la temporada. Y eso que ambos jugaron ante su público. De esta forma, mientras que el Askartza cayó ante el Gure Auzune (22-27), el equipo granate fue goleado por el Egia (20-37), uno de los grandes favoritos para el título liguero.
Próxima jornada La segunda jornada aparece en el horizonte de los cuatro equipos vizcainos, siendo el Trapagaran quien asume la visita más complicada del día. Esta tarde (18.30 horas), los de El Valle se enfrentarán al Anaitasuna, filial del equipo de Asobal, sabiendo que arañar algún punto en esa complicada cancha sería muy importante para sus intereses de play-off. Asimismo, el Barakaldo viaja al feudo del Usurbil (19.30) para intentar sumar sus primeros puntos de la temporada. A la misma hora, el Askartza se mide al Elgoibar con el objetivo de asentar las bases de su juego ante un rival rápido y efectivo; mientras que el Romo quiere dejar el farolillo rojo en el que está ya desde la primera jornada haciendo un buen papel sobre el parqué del Gure Auzune (19.30).