Getxo - No pudo ser. Euskadi llegaba al Torneo Internacional de Getxo con la ilusión de que bailaría con los grandes. Enfrente, la selección de Angola, actual campeona africana, y el combinado universitario estatal, formado por las jóvenes promesas españolas. Dos rivales de entidad que daban aire internacional a un triangular al que la jugadoras tricolor llegaban con la ilusión que solo otorga ser la cenicienta. Sin embargo, la esperanza de dar la campanada acabó ayer con una dura derrota ante las universitarias (32-20). De esta forma, no hubo sorpresas en el torneo getxotarra y Euskadi finalizó en la última posición después de tropezar primero con Angola (24-45) y tras el varapalo de la tarde de ayer en el polideportivo de Fadura.

Y es que el encuentro ante las universitarias comenzó con muchos errores por parte de las vascas. Quizá fueran los nervios o quizá la falta de entrenamientos, pero lo cierto es que las jugadoras dirigidas por Imanol Álvarez pagaron demasiado pronto la diferencia de calidad existente entre ambos conjuntos. La poca conexión en el combinado vasco se tradujo en continuos errores que aprovecharon las universitarias para salir al contraataque y batir la portería tricolor. Mientras que, en la parcela defensiva, las rápidas transiciones de las jugadores estatales fueron imparables para una Euskadi que asistía, sin poder hacer casi nada, a la exhibición de las visitantes. De esta forma, la selección estatal fue abriendo brecha desde la calidad, disparando su marcador, y dejando a las vascas con tan solo siete tantos a su favor. Una cifra raquítica para los intereses locales y que llegó a descanso con un brutal 16-7 en el marcador.

El paso por los vestuarios pareció sentar bien a las vascas, que se asentaron sobre el parqué y, aunque las diferencias entre ambos conjuntos siguieron notándose, comenzaron a dar muestras de su calidad. Así, comenzó mejor Euskadi, pero sin acercarse demasiado en el luminoso, y al igual que pasó ante Angola, el público se lo agradeció. Fadura aplaudía los intentos de las locales por dar espectáculo, sin bajar los brazos en un encuentro que se sabía ya perdido, y las jugadoras tricolor se vinieron arriba. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, el combinado universitario hizo valer su mejor conexión y mayor banquillo, y volvía a poner tierra de por medio. La velocidad estatal mataba los intentos de Euskadi de acercarse en el marcador. Y es que los rápidos contraataques de las españolas pusieron la magia de la efectividad a esta segunda mitad.

últimos compases Las de Imanol Álvarez no estuvieron finas atrás, flojas, e incluso parecían, en ocasiones, desganadas. Pero tiraron de orgullo para maquillar en los compases finales un resultado que rozaba lo bochornoso, hasta poner un digno 32-20 con el que se llegó a escuchar la bocina final. Porque en los minutos finales, cuando el encuentro moría y las estatales saboreaban su única victoria del triangular -pues cayeron ante Angola en el primer encuentro del torneo-, Euskadi hizo que la renta se redujera y consiguió llegar a la barrera de los veinte tantos a favor.