Los empresarios estadounidenses George Fitch y William Maloney paseaban por Jamaica cuando se encontraron una extraña carrera de carritos rodando cuesta abajo. En ese preciso instante se encendió una bombilla en la mente de la pareja: había que crear un equipo de bobsleigh aprovechando la velocidad de los jamaicanos.

La descabellada idea no atrajo a ningún atleta de la isla, así que Maloney y Fitch tuvieron que encontrar aliados en plena forma física en el ejército jamaicano: el soldado Michael White, el capitán Dudley Stokes y el teniente Devon Harris acompañaron al ingeniero ferroviario Samuel Clayton en el primer bobsleigh caribeño de la historia.

Ante la sorpresa de todos, el equipo se presentó en los Juegos Olímpicos de 1988 en Calgary y pronto se convirtieron en los héroes del público y de la prensa. En la última prueba el equipo sufrió un accidente que les condenaba al último puesto de la clasificación, pero el público se solidarizó con el cuarteto y les ayudó a llevar el trineo hasta la meta.

Su hazaña se hizo mundialmente famosa en 1993, cuando Disney grabó una película inspirada en su historia: Elegidos para el triunfo, con el malogrado John Candy.

la realidad supera la ficción El equipo jamaicano consiguió clasificarse también para los Juegos Olímpicos Lillehammer y dejó patente una clara mejoría. En 2002, en Salt Lake City, consiguieron presentar un trineo de dos personas. Pero el proyecto se diluyó... hasta ahora.

Dudley Stokes es actualmente el presidente de la federación jamaicana de bobsleigh y ha conseguido resucitar el sueño olímpico. Aunque la vida no es siempre como una película de la factoría Disney, con un final feliz, el combinado caribeño ha conseguido superar toda clase de contratiempos para competir el próximo día 16 en Sochi. El primer obstáculo fue el de conseguir un trineo. Nada más iniciar las gestiones comprobaron que un vehículo de cuatro plazas sería demasiado caro y optaron por uno de solo dos, que finalmente llegaría donado desde Alemania.

Winston Watts, de 46 años, y Marvin Dixon consiguieron a mediados de enero una plaza para Sochi y a partir de ahí comenzó una carrera contrarreloj para reunir los 80.000 dólares que necesitaban para comprar las cuchillas del trineo y material deportivo. La solución fue activar una cuenta de donaciones a través de internet. En pocos días consiguieron sumar más de 120.000 dólares llegados de todo el planeta, por lo que se vieron moralmente obligados a dar otra rueda de prensa para pedir que nadie donase más dinero. "Simplemente no queremos que la gente piense que somos codiciosos", explicaba Winston Watts.

El equipo jamaicano tendría un último contratiempo: parte de su material deportivo no llegó a Sochi con ellos y se encontraron en Rusia sin poder completar los primeros entrenamientos oficiales. En Nueva York, debido al mal tiempo, perdieron su vuelo a Moscú y durante varios días no se ha sabido por dónde andaba su material. Curiosamente, esta misma circunstancia se planteaba en la película de Disney de 1993. Varios equipos participantes se apresuraron a ofrecer sus equipamientos, pero finalmente el material apareció y el jueves pudieron hacer su primera toma de contacto con el circuito de Sochi.

Desde Jamaica les llega el apoyo de Usain Bolt, a quien ya han ofrecido probar suerte en el trineo. El atleta ha respondido que no le gusta el frío, pero Watts ya ha advertido que "con mi fuerza y su velocidad formaríamos un buen tándem".