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después de los meses de entrenamiento, de la planificación, de horas invertidas en la preparación física y mental del piloto y en la logística necesaria para afrontar con las máximas garantías posibles una prueba tan exigente y cruenta como el Dakar, gran parte del proyecto queda pendiente de la fiabilidad de una máquina. El gran tesoro de Txomin Nagore en el rally más prestigioso del mundo, su herramienta más importante, será su moto. El piloto vizcaino acude a Argentina con una Yamaha WR 450 de enduro debidamente adaptada.

No cualquier máquina puede afrontar dos semanas entre dunas y ríos, por lo que a la Yamaha de Txomin Arana se le instalan kits con importantes mejoras: "Lleva un kit de rally con unos depósitos más grandes. Se le cambia todo el subchasis trasero, que se convierte todo en un gran depósito de gasolina. Luego lleva otros dos depósitos laterales y también lleva todo el equipo de navegación sobre el manillar, la araña, el GPS, el rout book?". La máquina sufre una transformación que la aleja de las prestaciones que tiene de serie. "Lleva el motor de serie de las WR, pero se le cambian los desarrollos, que son mucho más largos que una moto convencional de enduro", explica el piloto de Ereño, "también lleva un basculante más largo, un freno delantero más grande y se cambia el tubo de escape que lleva por debajo, que no puede ir por el mismo sitio que en la moto de serie. También se cambia el amortiguador".

La apuesta por este modelo ha venido marcada por la trayectoria de Arana en las últimas campañas: "Llevo ya unos cuantos años corriendo con Yamaha y al final es el esponsor que tenemos. Nos ayuda la tienda Promoto de Bilbao. Hay que decir que la Yamaha es una moto muy fiable para una carrera tan larga como es el Dakar. Es una buena moto". Con todos los accesorios, la máquina supone un gasto de, más o menos, 25.000 euros. Juanjo Bilbao, del equipo Gernika Off-Road, señala que esta máquina le deja a Txomin "en un nivel medio en cuanto al equipamiento de los participantes privados. En cuanto a los pilotos oficiales, estás lejos".

DIFERENTE AL MOTOCROSS Durante la temporada Txomin Arana trabaja sobre una moto de motocross, por lo que esta nueva montura supone un cambio importante para él: "Es muy diferente a las motos de motocross con las que corro habitualmente. Lo que más se nota es el peso, ya que con tanto peso resulta mucho más torpe. De todas formas, es llevadera. Yo pensaba que sería más difícil pilotarla. La verdad es que se me ha hecho bastante fácil cogerle el punto a la moto".

Y es que el periodo de adaptación a su nueva máquina ha sido más breve de lo que le hubiera gustado. Casi no ha tenido oportunidad de rodar con ella y tuvo que utilizar el Rally Merzouga de Marruecos como un test de iniciación para que se adaptaran hombre y máquina: "No he podido entrenar con ella todo lo que me hubiera gustado. He estado quince días en Marruecos y eso ha sido lo que he podido rodar con ella". Eso sí, la primera toma de contacto le dejó un buen sabor de boca: "Me dejó muy buenas sensaciones. Sí que tuve un par de fallos, porque es un kit nuevo y salieron unos fallitos, pero creo que ya se han resuelto. Creo que saldremos bien en el Dakar". Al ir envuelto en los depósitos de combustible del nuevo kit, el motor se recalentaba demasiado, pero desde entonces han trabajado en aislarlo para impedir que suba de temperatura.

En Marruecos Txomin también tuvo la oportunidad de trabajar con el equipo de asistencia que tendrá en el Dakar: "Fue muy bien, la verdad. Los del equipo de asistencia son muy majos, me dieron un montón de consejos. Llevan unos cuantos años en el Dakar y la verdad es que se agradecen todos esos consejos. Intentas quedarte con todo".

Pedrega Team pone su logística y un mecánico a disposición de Txomin Arana. Ellos se ocuparán de poner la moto a punto entre etapa y etapa, pero durante la carrera es el propio piloto vizcaino el que tiene que ser capaz de mantener la foto en funcionamiento: "No he hecho ningún cursillo de mecánica, pero creo que voy a conseguir apañarme para retocar lo que sea necesario. En mitad de la etapa llevas la herramienta justa. Creo que podré reparar lo que se rompa de alguna manera y tirar para delante". Además, tendrá que afrontar dos etapas maratón en las que tampoco podrá contar con la ayuda de sus mecánicos entre jornada y jornada. Serán, sin duda, dos puntos críticos en su participación en el Dakar: "Las dos etapas maratón serán las más difíciles. Encadenar un segundo día sin asistencia supone tener que cuidar mucho la moto".

El reglamento estipula que durante las etapas un piloto puede ser auxiliado por otros participantes. Arana aboga por el compañerismo y el fair-play entre los pilotos: "Creo que sí hay solidaridad entre los participantes. Seguro que hay alguno que te ve y pasa de largo, pero luego le puede pasar a él y tú pasarás a su lado. Creo que todos se ayudan".