bilbao. Serena Williams sigue reinando en Nueva York y con casi 32 años logró su quinto título en Flushing Meadows, segundo consecutivo, y elevó a 17 su cuenta de Grand Slams, los mismos que en el tenis masculino tiene Roger Federer. Ganadora este año también de Roland Garros, la tenista de Florida domina el circuito femenino con autoridad ya que nadie es capaz de seguir su ritmo de pelota. Viktoria Azarenka es la única que lo puede conseguir, pero eso solo le alcanzó para llevar la final a los tres sets y las 2 horas y 45 minutos de juego. La bielorrusia, que también pega muy duro, regresó de un 7-5 y 4-1 adverso para soñar con su tercer Grand Slam, pero se encontró con su tercera final perdida en el Abierto de Estados Unidos.

En el tercer set, Serena Williams no perdonó, impuso su mayor experiencia en citas agónicas y dio un pasito más en el grupo de las más grandes de la historia. La estadounidense, que solo ha perdido cuatro finales grandes, está a un Grand Slam de alcanzar a dos leyendas del tenis de su país como Chris Evert y Martina Navratilova. Por delante tiene a Helen Moody (19), Steffi Graf (22) y Margaret Court (24), que parecerían inalcanzables si no fuera porque, pese a su edad, el declive de Serena, que lleva nueve títulos este año, no se adivina ni en el circuito se atisba a ninguna jugadora que le pueda hacer sombra de forma continuada.

"No puedo compararme con Chris y Martina, todavía no, porque todavía no estoy ahí", afirmó Serena Williams, que tampoco se presiona por alcanzar a Graf, la más grande de la era moderna. "No pienso en eso. Dije hace poco sobre mi edad que me siento muy bien, nunca me he sentido mejor, me siento muy en forma. Puedo jugar un torneo como este en individuales, dobles y con horarios difíciles. Estoy muy entusiasmada con mis posibilidades, pero no sé lo que puede pasar. No dejo de jugar y hacerlo lo mejor que puedo", recalcó la indiscutible reina del Abierto de Estados Unidos y del tenis mundial.