melbourne. Rafa Nadal y Roger Federer, segundo y tercer cabezas de serie del Abierto de Australia, no sufrieron para alcanzar los cuartos del final del torneo, eliminatoria a la que también llegó un Juan Martín del Potro que amenaza al helvético en esta ronda.
Nadal abrió la jornada con el enfrentamiento ante su amigo Feliciano López. El de Manacor no dejó en ningún momento que Feli pudiera desplegar sobre la pista la agresiva táctica que pretendía. Muy rápido de piernas impidió al toledano poder atacarle al revés para subir a la red y además se mostró muy acertado al resto.
Por su parte, Federer despertó al joven ídolo local Bernard Tomic de su semana de ensueño, en la que por primera vez había alcanzado los octavos de final del Grand Slam de su país. El suizo desarboló por completo a su rival, con todo un recital de golpes ganadores que empequeñecieron a un Tomic que, hace apenas unos años, pedía autógrafos a Federer y se hacía fotos con él. Ayer fue el helvético el que le retrató en la pista y le demostró que aún le queda camino que recorrer para poder estar entre los mejores.
El duelo de top ten entre Tomas Berdych y Nicolás Almagro deparó un partido durísimo de cuatro horas, que se decidió por detalles, y que el checo sacó adelante en cuatro sets, tras apuntarse los tres juegos de desempate que se disputaron después de que el murciano se llevara la primera manga.
El checo supo jugar más valiente y agresivo en los puntos de la verdad, pero su buena actuación quedó deslucida por su falta de cortesía cuando no aceptó las disculpas de Almagro, después de que éste le lanzara una bola al cuerpo en un lance del partido, y cuando al final del partido no le dio la mano al español, lo que provocó que fuera abucheado.