bilbao. Raúl Castaño, un exciclista que fue profesional durante tres meses y llegó a correr la Vuelta a Langkawi en 2010, es el único implicado en la red de dopaje destapada por la operación Máster al que el juez mantiene en prisión acusado de un delito contra la salud pública. Según el diario madrileño El País, en el domicilio de Castaño, detenido en la pasada operación Grial, se hallaron varias sustancias dopantes como EPO, hormona de crecimiento o clembuterol, pero, también, una caja de caudales blanca con 1.028 gramos de cocaína. Los otros dos detenidos que formaban la cúpula de la trama son Victoriano Fernández, excorredor que desarrolló toda su carrera en Portugal, y Mario Fenollosa, sobresaliente junior en 1994 que formó parte de la selección estatal que se trajo el arcoíris de Quito con Miguel Morrás, pero que no llegó a ser profesional. Fenollosa, siempre según El País, trabajaba en el taller de bicicletas de Ángel Casero, que no está implicado en la trama pero que tuvo que declarar porque en su local guardaba Fenollosa parte de la mercancía con la que luego comerciaba.

El caso de José Luis Blanco Por su parte, el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) ha levantado cautelarmente la ejecución de la sanción de dos años impuesta por la Federación Española de Atletismo a José Luis Blanco, que dio positivo por EPO en los campeonatos de España de Avilés, el 18 de julio del 2010.

La Federación Española recibió el viernes por la noche un fax del CEDD en el que comunicaba la suspensión cautelar de la sanción, lo que permitirá al atleta gerundense volver a competir con carácter inmediato y ya está anunciada su presencia, hoy, en la carrera que organiza el club que preside, La Sansi, en Viladecans.

Blanco, de 36 años, presentó un recurso ante el CEDD contra su sanción alegando que había colaborado con la justicia y tenía derecho a una reducción del castigo, como ocurrió en el caso del marchador Paquillo Fernández, cuya suspensión de dos años por posesión de productos dopantes quedó reducida a un año.