bilbao. Francisco Vallejo es el ajedrecista estatal más laureado, pero una malísima primera fase le ha relegado al último lugar de la Final de Maestros de Bilbao. Aún así, no tiene reparos al hablar claro sobre sus errores de la primera ronda en Sao Paulo y su figura espigada se pasea por la Alhóndiga con el orgullo de haber vencido a dos de los mejores ajedrecistas del momento.

Ha llegado bastante descontento con su juego desplegado en Brasil.

He desaprovechado algunas posiciones que no debía perder. Es cierto que no tenía partidas para ganar, pero perder cuatro partidas, para un jugador de este nivel, es muchísimo. Obviamente el nivel de la competición es alto y mi juego, que es agresivo, se potencia aún más con la Regla de Bilbao, pero esto no es excusa para perder tanto. No puedo estar contento.

Pero ha dado las dos sorpresas del torneo.

Sí, pero hubiera preferido hacer un torneo más completo que ganar un día al número 1. Obviamente salva un poco la actuación pero, desde luego, no es excusa ni un resultado bueno.

Dice que la Regla Bilbao es injusta, ¿por qué?

Lo que quiere conseguir la Regla Bilbao es que se luchen mucho las partidas pero, claro, en el ajedrez, aunque luches muchísimo, el resultado más repetido es tablas, lo cual te supone solo un punto. Por eso, este sistema de puntuación penaliza un poco las buenas luchas que terminan en tablas porque te conviene más ganar pocas veces que hacer siempre tablas, ya que sumas más puntos. Por eso, es injusta pero al mismo tiempo hace los torneos más interesantes.

No quiso dedicar toda tu vida al ajedrez. ¿Cree que eso ha frenado su progresión respecto a sus rivales?

No. La mayoría de los jugadores son gente muy equilibrada que tiene otros intereses fuera del ajedrez... Condicionar mi vida para jugar bien al ajedrez no tendría sentido porque ¿para qué quieres jugar bien si no tienes tiempo para disfrutar de lo que eso te permite? Por eso, la pregunta que todo jugador tiene que hacerse es hasta qué punto está dispuesto a sacrificarse por el ajedrez.

¿Y hasta qué punto está dispuesto usted?

Yo me sacrifico mucho. Estoy todo el año viajando y sí, es bonito ver sitios nuevos, pero en este deporte vas a lugares donde los viajes son unas auténticas pesadillas y el frío es horrible. Esta es una vida bonita pero también difícil porque no deja de ser un trabajo y, como tal, tiene sus ventajas y sus sacrificios. Pero no me quejo porque hago lo que me gusta y puedo vivir de ello, que es todo un lujo.

¿Está Bilbao preparado para acoger este tipo de eventos?

Es una ciudad que tiene mucha afición e, históricamente, es un lugar donde se juega bien al ajedrez. Además, me encanta estar aquí porque tengo pocos vicios, ni fumo ni bebo, pero me gusta comer y, entonces, venir a Bilbao es un premio.

¿Qué es lo que le hace al ajedrez deporte?

El ajedrez, en competición, es el deporte más duro que existe. Es un deporte individual donde no tienes sitio para esconderte y donde el árbitro no influye en el resultado. También es el deporte donde más cruel es perder porque, al ser uno contra otro, una lucha pura y auténtica con las mismas piezas, sin desventaja ni ventaja de salida, no existe nada ni nadie que condicione el resultado. Es decir, no tienes excusa ante la derrota, por eso, el ajedrez te enseña a perder.

A falta de dos jornadas, ¿se atreve con un ganador?

Ivanchuk es el claro favorito pero quedan dos partidas y de tres en tres se suma muy rápido. Por eso, si pierde una o las dos partidas y alguien las gana, que las van a ganar, puede haber muchos cambios en la clasificación.