"Estoy tranquilo porque creo en las leyes y en los jueces"

bilbao. ¿Es verdad que usted veraneó el pasado año en Bermeo?

No. Es un error. Yo no veraneé allí, pasé unos días en Bilbao.

¿Y estuvo en contacto con el club de Urdaibai?

Yo me enteré que allí estaba trabajando una persona que yo conocía y me fui allí, e incluso me llevaron a ver cómo entrenaban. Para mí eso era desconocido totalmente. Este amigo me pidió que les hiciese una antropometría a los chavales. Lo hice encantado de la vida y es la única vez que los he visto. Al día siguiente les hicieron una analítica y yo les ayudé a valorar cómo estaban. Mi amigo me pidió mi opinión y le dije lo que me parecía, que en esas situaciones, con todo ese trabajo, lo que hay que hacer es controlar muy frecuentemente al deportista. Yo siempre he trabajado con aparatos de química seca, con un Reflotrón que te permite hacer analíticas con muestras mínimas, como los aparatos que tienen los diabéticos. Yo les dije que tenía un aparato y que si lo querían que viniesen a Cáceres a por él y luego me lo devolviesen. Esa es toda la relación que yo tengo con este club.

¿Su amigo en Bermeo es José Manuel Francisco?

Efectivamente. Es un profesor de la Universidad de Galicia y coincidimos en algún congreso. Leyendo la prensa vi que estaba en Bermeo y les pregunté a mis amigos dónde quedaba eso. Me fui para allá y esa es la situación real de esta historia. Si yo hubiese querido esconderme, no me hubiese ido a comer allí con su mujer, ni me hubiese llevado a mis dos hijas y a mi sobrina. Estuvimos comiendo en ese puerto tan bonito con la familia... ¡Por favor!

Se ha publicado que Urdaibai compró jeringuillas en Cáceres.

La verdad es que yo no lo sé. Igual ellos tienen que hacer analíticas. Para eso tienen ATS y un médico. Igual para hacer la analítica necesitaban esas jeringuillas. ¡Yo que sé!

Al parecer la Fiscalía le podría imputar a usted por todo este asunto. ¿Tiene constancia de ello?

A mí nadie me ha dicho absolutamente nada. Si la Fiscalía me imputa por este tipo de cosas es un primer paso. Parece ser que algunos tenemos mala suerte y nos encajan todos los sambenitos.

¿Cómo encaja usted que siempre que salga un asunto en el deporte relacionado con el dopaje aparezca su nombre?

Yo no tengo ningún problema porque, afortunadamente, en mi tierra, que es donde me conocen y de donde yo dependo, saben que yo soy una persona honrada. Y saben que no soy una persona como la que me tienen puesto en ese mundo. Me tienen como un diablo y a mí nunca se me llenará la boca de decirlo y es que en los sitios en los que he trabajado nunca he tenido ningún problema de dopaje. El señor Korta seguro que no ha trabajado nunca con médicos del ciclismo. Indaguen ustedes por esa vía, porque a lo mejor se llevan una sorpresa. Pregúntenle, porque a lo mejor el primero que introdujo médicos extraños haya sido él. Yo, obviamente, ya he hablado y me he estado informando. Cuando a mí me han querido soltar muertos que no me corresponden, yo también puedo soltar muertos sobre otras personas. Porque informaciones nos llegan a todos.

¿Cree que Korta trabaja con algún médico con prácticas ilegales?

Pregúntenle a los remeros que han trabajado con él. A ver cuántas veces les pinchaban, porque este hombre ha dicho una de sandeces y de tonterías... Que un Fiscal le haga caso a un señor cabreado porque no le han salido las cosas deportivamente bien y ve que se le puede escapar lo único importante de la temporada...

¿Esto le quita el sueño?

Después de lo de Portugal, que decían que yo había matado un deportista, esto a mí me parece la mayor de las tonterías. Estoy absolutamente tranquilo porque creo profundamente en la ley y en los jueces. Lo que se necesita son datos muy objetivos e irrefutables que demuestren que yo he dopado a alguien. Si a mí me encuentran eso, que el juez dicte sentencia. Pero hasta entonces que no hagan juicios paralelos.