olot/BARCELONA. Los Mossos d"Esquadra desarticularon ayer una red dedicada a la importación y venta de sustancias dopantes a deportistas, incluidos algunos menores de edad, entre cuyos miembros estaría el exciclista profesional del Kelme Jordi Riera, que llegó a disputar el Giro de Italia de 2003 y fue suspendido dos años tras dar positivo por estanozolol, un anabolizante, en la Volta a Catalunya de 2006. Entre las sustancias incautadas en la operación policial se encuentra el clembuterol, el mismo producto con el que dio positivo en el pasado Tour de Francia Alberto Contador, que defendió que su presencia en su organismo se debía a la ingesta de un solomillo contaminada, razonamiento que llevó el pasado martes a la Federación Española a exculpar de dopaje al corredor madrileño.

Según informó la policía catalana, en la operación, denominada caso Carrera y dirigida por un juzgado de Olot, Girona, fueron detenidos cinco presuntos miembros de la red y se llevaron a cabo varios registros que permitieron incautar alrededor de 12.200 dosis de sustancias dopantes, 10.000 de administración oral y otras 2.200 inyectables.

Este golpe policial contra el dopaje, que se llevó a cabo en distintas localidades catalanas, se inició el pasado diciembre a raíz de la denuncia presentada por Xavier Tondo, ciclista profesional del Movistar, que recibió un correo electrónico enviado por un desconocido que le ofrecía las mencionadas sustancias y decidió reenviárselo a los Mossos d"Esquadra. Esta red de tráfico de productos dopantes es la primera desarticulada que contaba con menores de edad entre sus clientes y que abastecía indistintamente a culturistas y a deportistas de otras disciplinas, sobre todo, triatletas federados y aficionados.

Entre los detenidos, dos de los cuales tienen antecedentes por hechos similares, figuran personas dedicadas a la importación clandestina de productos dopantes de otros países, como Andorra o Portugal, y a su venta a deportistas, en la mayoría dedicados a competir en carreras sociales, como maratones.

EPo robada en un hospital Jordi Riera, de 37 años y vecino de Prats de Lluçanés, Barcelona, está acusado de adquirir las sustancias a otro de los integrantes de la red para posteriormente suministrarlas a varios jóvenes deportistas. Los cinco implicados quedaron ayer en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial. Están acusados de los delitos de tráfico de sustancias dopantes y asociación ilícita. Inicialmente, los Mossos d"Esquadra detuvieron en San Adrián del Besós y Gironella, Barcelona, a otras dos personas acusadas de colaborar con la red de traficantes, aunque posteriormente fueron puestos en libertad sin cargos.

La red desmantelada suministraba los estimulantes a algunos ciclistas y atletas que, aunque no son profesionales, reciben ayudas a través del Plan ADO. Los Mossos d"Esquadra facilitaron sus nombres a las federaciones correspondientes para que adopten las medidas disciplinarias oportunas. La trama contaba con fuentes diversas para lograr las sustancias dopantes: tenían un proveedor que les abastecía exclusivamente de EPO (Eritropoetina) que robaba en el servicio de hemodiálisis de un hospital, mientras que por otras vías importaban anabolizantes, clembuterol, hormonas del crecimiento y hemoderivados. Los detenidos también compraban sustancias específicas en farmacias andorranas, tanto en persona como a través de internet.

"es un error" Ya en libertad provisional por orden del juez, Jordi Riera afirmó a los medios de comunicación que su implicación en la trama es un "error" provocado por la posesión de unos fármacos por un tratamiento médico al que se está sometiendo actualmente. Según su versión, no tendría nada que ver con una red cuyos responsables serían Isidro C.M., de 43 años y de Cerdañola del Vallés y su socio Iván G.M., de 25 y natural de Tarrasa. Ambos habían sido detenidos en dos ocasiones anteriores por tráfico de dopantes y se dedicaban también a importar sustancias desde Portugal.

En la operación fue arrestado otro ciclista federado, Miguel Ángel G.B., de 37 años y vecino de Gironella, como presunto consumidor y distribuidor de esas sustancias en las comarcas centrales de Catalunya. También fue apresado Xavier B.T., barcelonés de 27 años, del que se sospecha era suministrador de Miguel Ángel G.B. de la EPO que previamente sustraía del área de hemodiálisis de un centro hospitalario.