bilbao. El 9 de febrero de 2009 Simone Moro y Denis Urubko cerraron uno de los ciclos más largos y perseguidos del alpinismo al hollar el Makalu -reto que comenzaron los polacos Wielecki y Zichy la escalar el Everest en febrero de 1980-, el último de los nueve ochomiles del Himalaya que quedaba por ascender en invierno, y ayer, casi dos años después, italiano y kazajo, la pareja que representa actualmente, según los expertos, lo más delicioso del himalayismo, abrieron otra vía histórica: coronaron el Gasherbrum II, 8.035 metros, en lo que supone el primer ascenso invernal a uno de los cinco ochomiles del Karakorum.

Moro y Urubko, acompañados del canadiense Cory Richards, lograron alcanzar la cumbre del más pequeño de los ochomiles del Karakorum a las 11:45 horas tras adelantar su asalto por el anunciado cambio de tiempo y partir a las 3.00 de la madrugada del campo 3, situado a 7.000 metros de altitud, en medio de la terrible noche invernal. Hicieron cumbre en apenas nueve horas de ascensión en estilo alpino -sin porteadores, sin cuerdas fijas y abriendo ellos la montaña y tras una única incursión por encima de los 6.900 metros-. A las 12:54, tras una hora de descenso, el trío anunciaba su llegada al campo 3: "¡¡¡Sanos y salvos en el campo 3!!! Muy cansados, pero sin congelaciones".

La histórica ascensión acaba con dos décadas de expediciones fallidas en busca de un objetivo por el que pugnaban simultáneamente cuatro proyectos: los polacos Mackiewicz y Klonowski atacan la cima del Nanga Parbat, 8.125 metros; el legendario Artur Hajzer, el Broad Peak, 8.047 metros; y el lemoarra Alex Txikon comparte aventura con el austriaco Gerfried Göschl y el canadiense Louis Rousseau en el terrible Gasherbrum I.

Txikon, el primero en ponerse en contacto con la expedición de Moro y Urubko para felicitarles, se preparaba ayer para partir del campo base rumbo a la cima del G-1, pero decidió posponer el asalto para recibir a la expedición que ha logrado la primera ascensión invernal a uno de los cinco ochomiles del Karakorum.