bilbao. Tocaba hacer autocrítica. No quedaba otra después de la derrota ante el Lagun Aro GBC. El Bizkaia Bilbao Basket se ha aplicado la receta del trabajo para recuperar las virtudes que quedaron en la autopista. Además, el regreso al Bilbao Arena ejerce de revulsivo en una semana complicada. "En casa somos más consistentes y tenemos que demostrarlo", apuntó ayer Edu Hernández-Sonseca, uno de los jugadores cuyo rendimiento no estuvo a la altura en Illumbe. "Lo peor del otro día fue el juego interior. Engañarse a uno mismo no vale, de brazos cruzados no vas a mejorar", señaló el pívot madrileño, de quien se espera una mayor aportación.
"Las derrotas se olvidan con trabajo. Después de golpes como el que recibimos en Donostia, siempre tienes más ganas", afirmó Sonseca, que no cree que el equipo tenga dos caras tan diferentes: "Lo del otro día sólo fue un mal día". A la vuelta de la esquina, espera el DKV Joventut, el equipo en el que militó el jugador de Aranjuez las tres temporadas anteriores. "Pasé allí unos años muy buenos. Pero es el rival del domingo y hay ir a por él. Han cambiado bastante desde el año pasado y han hecho algunos fichajes interesantes. Además, Josep Franch ya ha dado el salto de calidad que algunos estábamos esperando", describió sobre el conjunto verdinegro. Los de Pepu Hernández tienen un estilo de juego que quizás puede beneficiar al Bizkaia BB. Hernández-Sonseca explicó que una de las claves del partido puede estar en "obligarles a jugar cinco contra cinco. No puede ser un intercambio de canastas. Tenemos que defender duro para poder correr y anotar fácil".
mavroeidis pide inteligencia El pívot griego, por su parte, descartó que el Bizkaia BB tenga que trabajar más duro esta semana "porque lo hacemos cada día". "El partido contra el Lagun Aro fue muy malo, pero creo que estamos a un buen nivel. Sólo tenemos que jugar con más inteligencia y sabiendo dónde están las ventajas", aseguró Dimitris Mavroeidis. A su juicio, no se trata de que el juego interior deba tener más presencia, sino que "cada partido te pide una cosa diferente. Tenemos muchos jugadores que pueden hacer daño al rival y hay que explotarlo".