eS difícil vivir toda esta expedición desde la lejanía, pero sobre todo extraño. Al final tengo el ligamento cruzado anterior roto y tengo que operarlo, y eso supone perderme evidentemente lo que queda del proyecto de Edurne y una expedición con el programa de Al filo en Kirgyzstan para el verano. Es decir, el año en blanco, en muchos sentidos. Me quedo con cara de tonto, porque después de tantas eliminatorias, me quedo sin jugar la final... y no tanto por la parte deportiva, pues ya subí al Annapurna y al Shisha Pangma, sino por la parte profesional de la historia. Habrá más, espero.

He chateado y hablado algunos días desde casa con Edurne y los demás y todavía no me hago a la idea. Lo vivido ahí ya no sé si fue un sueño o realidad. Y no sé si es cierto que mis compañeros están ahí o se trata de una recreación. Y parece que es real y que Edurne ha conquistado su decimotercer ochomil. Hacer cualquier cumbre de más de 8.000 metros supone un éxito para cualquier alpinista. Porque a pesar de que en los últimos años se ha vanalizado algo el tema, siguen siendo grandes montañas, y objetos de deseo alpinístico. En este sentido el Annapurna es una montaña muy especial: es difícil, peligrosa y además tiene connotaciones históricas importantes, pues fue el primer ochomil hollado por el hombre. Para cualquier alpinista, subirse al Annapurna es algo maravilloso. Y acabar los catorce, como está a punto de hacer Edurne, al margen de que sea la primera mujer en hacerlo, más todavía.

Somos un grupo potente y preparado, y la verdad es una satisfacción haberse encargado de equipar la montaña completamente. Hace que sea más tuya. Hemos encontrado el Annapurna más fácil que otros años y con poca nieve, y parece que también más quieta. Mi experiencia personal me ha llevado siempre a ser algo conservador en cuanto a la aclimatación, pero mis compañeros llevaban un mes de campo base. Tiempo de sobra para adquirir una buena aclimatación. Ahora queda el último paso, no se puede cantar victoria hasta que no hayan llegado al campo 1 de regreso.