"Si alguna federación considera oportuno intentar su oficialidad, y es legal, estaremos con ellos"
Apenas pasados tres meses desde su elección como presidente de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas, José Ramón Garai (9-11-1957, Bilbao) vivirá mañana el Día del Deporte Vasco en Tolosa. Una cita que pretende "acercar al pueblo modalidades con poca presencia social"
bilbao. Fue vicepresidente de la Federación Vizcaina de Pelota (1994-98), presidente de la Federación Vasca de Pelota (1998-2001) y director de Deportes del Gobierno vasco (2001-09). Ahora, aspira a adaptar el deporte vasco a los tiempos que corren: "La sociedad está cambiando, el deporte está cambiando y las federaciones tienen que hacer esfuerzos por adaptarse a esa nueva situación", apostilla.
¿Qué tal en su nuevo cargo?
Bien, no es ninguna novedad en muchos aspectos que conocía por los cargos que he desempeñado. Ya participé en la creación de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas (EKFB) y mi conocimiento sobre sus actuaciones y funcionamiento es importante. No hay un cambio sustancial. Es un nuevo reto, una etapa ilusionante.
¿Ha heredado lo que se esperaba?
Conocía la situación y me he encontrado lo que conocía. No hay ninguna cuestión excepcional.
¿Cuál es su balance sobre la anterior dirección de la EKFB?
Los últimos cuatro años fueron una etapa de impulso. Cada presidente ha asumido unas responsabilidades en unas circunstancias y en un contexto determinado y cada uno ha dado un impulso. Hoy estamos en el lugar que corresponde por el trabajo realizado por los anteriores y yo cojo el relevo en una situación buena. El balance de la anterior junta es satisfactorio, pero, como en todo, se puede mejorar.
¿Qué se puede optimizar?
Hay varias iniciativas en marcha y aún pondremos otras. Entre las que intentaremos poner en marcha está la mejora del sistema de las coberturas aseguradoras que las federaciones dan en las licencias, abordar junto con la Administración el tema de los locales de las federaciones en Donostia -hay un proyecto de construcción de nuevos locales-, mejorar la cercanía al federado, mejorar el sistema de concesión de licencias, aplicar nuevas tecnologías, impulsar las selecciones, abordar la protección de datos, mejorar las vías de comunicación exteriores, mejorar la página web, detectar cuáles son las necesidades de las federaciones? Buscamos poner al día las federaciones para que puedan atacar con garantías los nuevos retos. La sociedad está cambiando, el deporte está cambiando y las federaciones deben hacer esfuerzos por adaptarse a esa nueva situación. Deben ser un elemento aglutinador, de colaboración,.
Fernando Asenjo, ex presidente de la EKFB, hablaba del problema de que en Euskadi existan tantas federaciones?
No sé si es un problema. Es verdad que las características de la ordenación del deporte en Euskadi son extraordinarias: hay una estructura que está sobredimensionada. Es la que el Parlamento vasco, a través de la Ley del Deporte, aprobó. Es mejorable, pero no hay más remedio que trabajar en esa línea, y para eso fomentaremos la relación con las asociaciones de federaciones territoriales y elaboraremos elementos que interesen a ambas partes. Entre ellos, impulsar fórmulas de arbitraje, porque son elementos para solucionar problemas del trabajo diario.
¿Qué salud posee el deporte vasco?
Según los datos que tenemos, comparado con el deporte español, está en una mejor situación. El nivel de participación es mayor, el nivel de las instalaciones es mejor y tenemos un nivel de capacitación importante en las federaciones. A nivel de resultados, no hay más que ver los últimos Juegos Olímpicos, donde en una serie de deportes estamos en la élite mundial. En general, es bueno, lo cual no quiere decir que haya que mejorar.
¿En qué se puede enriquecer?
En aspectos como la capacitación de las estructuras deportivas. Hay que resolver los problemas de los federados. Las federaciones deben ser elementos que impulsen el deporte, no que lo burocraticen. Hay que mantener relaciones con la Administración, intentar formar mejor a todas las personas del entorno del deporte. Por otro lado, procuraremos dar el servicio de mayor calidad. Se trata de que las federaciones respondan a las necesidades del deporte federado actual.
¿Qué me dice sobre el debate de la oficialidad de las selecciones vascas?
Es evidente que hay puntos de vista distintos. En el ánimo de las federaciones está impulsar las selecciones vascas. Poder competir es un estímulo para nuestros deportistas y el deporte vasco. En cuanto a la oficialidad, si alguna federación considera oportuno intentar su oficialidad, porque legalmente es posible y porque su deporte así lo demanda, estaremos con ellos.
¿Poseen datos sobre la demanda de dicha oficialidad?
En los datos que tenemos institucionalmente, la demanda de la oficialidad por parte de los deportistas vascos está por encima del 70%. Es una encuesta que encargó el Gobierno vasco el año pasado.
Este fin de semana se celebra el Día del Deporte Vasco.
Sí, hoy por la tarde habrá una serie de actuaciones y mañana se celebrará durante todo el día en Tolosa.
¿Cómo definiría la cita?
Sirve para que deportes sin presencia social importante tengan la oportunidad de plantearse. Son del orden de 25 los que se exhibirán. Por otro lado, es una fiesta del deporte federado vasco. Las federaciones decimos que somos un elemento importante en la dinamización del deporte vasco, que somos estructuras a través de las que pivota todo, que queremos impulsar el deporte, que reunimos cerca de 160.000 federados y que la Unión tiene una importancia como para ser tenida en cuenta.
¿A cuánta gente espera?
Calculamos que pasarán alrededor de 10.000 personas en general. Deportistas serán del orden de 500.
Aprovechando la coyuntura y desde su posición de ex director del área de Deportes del Gobierno vasco, ¿cómo ve la nueva dirección?
Hemos tenido varias reuniones, hemos establecido prioridades de trabajo, estamos colaborando en la materialización de cuestiones planteadas y, a pesar de que somos nuevos tanto el director de Deportes como yo, tenemos obligación de colaborar. Estamos dispuestos a impulsar cualquier iniciativa que sea buena, así como a participar en todos los órganos interinstitucionales que se nos solicite.
O sea, que hay buenas relaciones.
Bueno, sí. Dentro de las diferencias y discrepancias que puedan existir entre dos instituciones, el balance es positivo y las intenciones, también.