LA Copa nos tenía pendientes desde el pasado domingo. El sorteo se hizo esperar hasta ayer miércoles, con los equipos de la Segunda RFEF deseosos de conocer sus rivales. La verdad es que tener un Primera División enfrente no solo es un aliciente para los jugadores, lo es para la afición y a nivel club, el dinero a ingresar puede ser muy importante, y eso para las directivas es como si les tocase el premio gordo de la lotería de Navidad, que, por cierto, hasta puede coincidir en fecha con la disputa de las eliminatorias.

Está claro que el mejor parado en el bombo fue el Sestao River. Quizá no en lo deportivo, pero sí en todo lo demás. Las Llanas a rebosar y un nuevo día de fiesta en la localidad de Ezkerraldea. Para el Athletic, un hueso, porque van a tener que pelear y mucho, pero eso sí, en casa. Sin desplazamientos extraños y pudiendo salir desde Lezama. Vamos, que seguro lo hubiesen firmado unos y otros. Qué ganas de que llegue ya el partido.

Los otros dos vizcainos que estaban en el bombo se enfrentarán a otros dos equipos de LaLiga. Quizás las preferencias del Arenas no pasaban por el Valladolid, a nivel de enganche para el aficionado, pero los de Ronaldo, fuera de casa son poco fiables, sí podrían caer en las garras de un equipo arenero que ya ha demostrado que compite al máximo nivel.

El Gernika recibirá a un Celta que hace unos años ya lo pasó muy mal ante un Lemoa que en aquel tiempo militaba en Segunda B. Habrá que ver si los de la villa foral juegan en su casa o encuentran alternativa, más que nada por el tema del aforo. Esas jornadas serán maravillosas. Los chavales van a disfrutar como nunca y al final esta copa está diseñada entre otras cosas para que suceda esto.