Las medidas aportadas por el hasta ahora líder de la oposición en lo que se refiere a afrontar el problema de los incendios llevan en sí mismas la penitencia que arrastra el líder gallego del PP. Son redundantes, en algún caso rozan el absurdo y consolidan las nefastas políticas de los ‘populares’ en aquellas comunidades autónomas donde gobiernan.
Que Feijóo venda ahora el listado de pirómanos, que estén geolocalizados, por supuesto, como solución a los incendios... es como si un listado de asesinos evitara nuevos asesinatos, por poner otro ejemplo absurdo. Las demás propuestas no pasan el filtro del sentido común y menos cuando son las comunidades del PP las que más han sufrido la plaga del fuego sabiendo todos que llevan años gestionando sus territorios multiplicando por cero las inversiones que ahora intenta rescatar el querido líder. El problema es la falta de credibilidad.
Tanto PP como PSOE han derivado los incendios hacia un enfrentamiento político basado en el insulto, la falta de colaboración y la crítica desbocada hacia las posturas del de enfrente. Todo ello nos lleva a una nueva crisis que pone el solfa la capacidad del Estado español para resolver los problemas (graves) que afectan a su ciudadanía. Esta actitud aporta votos a una extrema derecha que, sin hacer nada, recauda y recauda preparándose para la toma del poder. Será con el PP y todos sufriremos las consecuencias.