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Mesa de Redacción

Olga Sáez

Burrada mayúscula

La asociación animalista Haiekin denunció hace unos días que un ganadero había permitido que grupos de personas “se divirtieran” subiendo a una burra a un autobús del servicio público en el municipio vizcaino de Bakio. Esa organización difundió en sus redes un vídeo en el que se documentaba cómo un grupo de personas metían a la fuerza a una burra en el vehículo de Bizkaibus para llevarla, supuestamente, hasta San Juan de Gaztelugatxe. El día que ocurrió fue, al parecer, el día del burro en Bakio, o del asno diría yo, pero, según añadía la asociación no era la primera vez que ocurría. La verdad no lo entiendo. Los gansos ya no son gansos, las corridas de toros están en fase de extinción, toda una ley animalista que protege los derechos de los animales y articula las obligaciones de los dueños para llegar a una nueva burrada. Igual me falta sentido del humor pero la verdad no le veo ni la gracia ni tampoco llego a entender qué pretendían llevándolo a San Juan de Gaztelugatxe ni mucho menos por qué el conductor lo permitió. Menos mal que el servicio foral de transporte ha condenado de manera “firme” lo ocurrido y ha procedido a abrir un expediente disciplinario al conductor implicado en los hechos. Porque aparte de la gamberrada la acción también pone en riesgo el bienestar y la seguridad de todas las personas. Se van a revisar los protocolos pero burros habrá siempre.