No habrá nadie en el planeta que no haya visto las imágenes de Emmanuel y Brigitte Macron preparándose para bajar del avión en Vietnam. Lo que debía ser un momento rutinario se volvió incómodo y casi en una cuestión de estado, en tan solo unos segundos. El presidente francés se giró hacia su esposa justo cuando la puerta se abría y en ese instante, Brigitte, con un gesto inesperado, empujó la cara de Macron. Cuando llegó al final de la escalinata, el mandatario francés ofreció el brazo a su esposa para bajar juntos. Sin embargo, Brigitte lo ignoró y se aferró a la barandilla, No seré yo quien juzgue la escena. Sea un manotazo o una broma, tendrá que ser la pareja la que decida qué postura tomar. Pero lo que sí resulta indignante y es una auténtica bofetada a las mujeres es cómo muchos medios están abordando el tema. En lugar de poner el énfasis en una posible disputa o en una desavenencia de pareja, están justificándolo por la diferencia de edad que hay entre el matrimonio. La primera dama francesa es 25 años mayor que su esposo. Desde que Macron irrumpiera en la política francesa, la relación no ha dejado de ser objeto de ataques machistas y sexistas. Mientras tanto, la sociedad acepta como normal a los mandatorios que llevan muchos años a sus mujeres. La igualdad de género, aunque ha avanzado significativamente, aún no es una realidad.
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