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Mesa de redacción

Olga Sáez

El duelo de las expectativas

A menudo se nos dice que hay que pasar el duelo para superar una pérdida, un desengaño, un fracaso... pero hasta ahora nadie me había dicho que a veces hay personas que deben pasar el duelo de las expectativas no satisfechas para volver a reencontrarse. El consejo de una psicóloga a su hermano me hizo pensar en que en estos momentos es sin duda una terapia que deberán aplicar una gran mayoría de nuestros jóvenes. Acaban una carrera, grado ahora, cumplen con el máster, uno e incluso dos, que mejor se adapta a sus formaciones y tienen varios idiomas. En el mejor de lo casos encuentran trabajo y hasta de lo suyo, generalmente mal pagado, pero incluso en aquellos casos en los que la nómina les da para independizarse las cosas no son lo que parecen. Han aprendido a vivir el mundo sin fronteras ni límites y llegan a los 27 con la exigencia de asentarse. Entonces se dan cuenta de que tienen toda la vida por delante hasta la esperada jubilación para hacer lo mismo, de la misma manera, con el mismo horario...Muchos se dan cuenta de que esa no era la profesión a la que se quieren dedicar de por vida y lo dejan todo. Hay ingenieros reconvertidos a magos, informáticos a intérpretes, abogadas a diseñadoras web, enfermeras a camareras...Algunos se quedan en su misma ciudad o pueblo y otros han volado a distintos puntos del planeta para buscar el sueño. Pero el sueño tampoco cumple sus expectativas.