Anda por ahí mucho tertuliano cachondeándose porque desde el 1 de octubre ya ha llegado la Navidad a Venezuela, por decisión de Nicolás Maduro. Se ve que Jesús debió ser sietemesino en aquel país. Y todo porque el Gobierno chavista impone una realidad paralela para distraer a la población, y durante las semanas previas a las fiestas de diciembre, se intensifica el reparto de ayudas y bolsas de comida en los barrios, incluyendo perniles o jamones. Pan y circo; y si no hay pan, pues queda el circo. ¡Como se entere Nico que Abel pone en agosto las luces de Vigo, la liamos parda! Así, que tachan a Maduro de iluminado, pero no sé de qué nos escandalizamos. Aquí hay unos grandes almacenes para los que ya es primavera a finales de enero, y en todos los pueblos se vende Lotería de Navidad en julio. Las Pascuas también han llegado a los supermercados que exhiben orgullosos surtidos de turrones y mazapanes desde hace días. Compre rápido, consuma más, apriete el acelerador de la financiación, y viva deprisa. Antes, había que esperar al pistoletazo de Halloween para que asomaran la patita las peladillas, pero ahora empiezan las rebajas de verano y ya es la vuelta al cole. Bueno, como oficialmente la Navidad ha aterrizado, espero que no haya algún despistado/a en el Mercadona con la piña en la mano, que estos son tiempos de polvorones de Estepa, no de los otros.