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Mesa de redacción

Alberto G. Alonso

110.000

Poco podían imaginar los casherosque el siglo pasado eran los únicos habitantes de las campas de Kobetamendi que décadas después ese paraje iba a ser tomado cada año por decenas de miles de personas en tan solo cuatro días.

110.000 personas, gran cantidad foráneas según la organización, coparon el recién concluido festival de música. Aparte del tirón que tenga los grupos anunciados, seguro que también influye otro aspecto que trasciende menos: la organización. Seguridad, servicios sanitarios, limpieza, transporte. Destaca el dispositivo que traslada a esos miles de aficionados a las alturas de la villa. Una ingente flota de autobuses se encarga de subir a la peña musical que paciente compone filas que en algunos momentos casi dan la vuelta al edificio donde tienen su sede Hacienda y EITB. Esperas que para el observador se antojarían eternas para sus componentes no lo son. La carga de personal en los autobuses es tan fluida como el cargamento de birras que portan. Las risas y el ambiente festivo impera. Y así desde el miércoles, cuando subieron decenas de jóvenes cargados con sus tiendas de campaña para componer la miniciudad que se crea en Kobetamendi. Otro atractivo bien pensado que se llena cada festival.

Todo el paquete que envuelve los conciertos es tan importante como la propia música. Si fuera lo contrario, seguro que el próximo año el BBK Live no alcanzaría su mayoría de edad. Por cierto, el cumpleaños tiene fecha. Entre el 10 y el 12 de julio de 2025.