BILBAO cuenta con un nuevo barrio adscrito a la OTA, Olabeaga. Un paso más en la extensión del pago por aparcamiento en superficie que poco a poco copa la villa. A nadie le gusta echar mano al bolsillo, pero parece ser la única fórmula válida para que los automovilistas que llegan allende las fronteras botxeras no invadan, literalmente, barrios enteros. Porque, en la mayoría de los casos, la extensión de este servicio municipal viene de la mano de los propios vecinos de las zonas afectadas que ven cómo sus plazas de estacionamiento se ven monopolizadas todo el día por conductores extrabarrio. Y es una tendencia que se viene dando desde que allá a mediados de los años 80 se estrenara la OTA con gran bronca por parte del personal. Desde aquella pequeña zona central del Ensanche en la que la ordenanza se implantó por primera vez hasta la fecha, el pago por estacionar se ido desparramando sin prisa pero sin pausa. En el último lustro subió hasta el barrio de Arangoiti, por encima de Deusto, y llegó a La Peña, Ibarrekolanda y San Ignacio, es decir, zonas que ya lindan con municipios aledaños. Auguro que con esta tendencia de ampliar el efecto frontera, la década va a terminar con toda la capital tomada por la OTA. Poca urbe queda. En breve llegará a los barrios altos de Rekalde y solo faltan por ocupar Otxarkoaga, Txurdinaga, Arabella, la parte baja de Bolueta y Zorrotza. Cuando esto ocurra ¿dónde aparcarán gratis los conductores que lleguen a Bilbao?