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MESA DE REDACCIÓN

Asier Diez Mon

Recuperar a nuestros hijos

EL grito es de Kate Winslet: “Queremos recuperar a nuestros hijos”. La frase tiene cierto acento a márquetin, ya que su última película retrata los esfuerzos de una madre por arrancar a su hija del pozo de las redes social y, en definitiva, de internet y la digitalización. Sin embargo, suena veraz y urgente para cualquier madre o padre con hijos adolescentes. El futuro se escribe hoy y estamos perdiendo, porque uno no espera que su hijo se despierte y tenga el impulso ardiente de seguir leyendo El Quijote, Obabakoak o Cien años de soledad; pero una lija rasca el cerebro cuando lo primero que hace es coger el móvil. Y, como si no fuera mucho el tiempo de ocio dedicado a la pantalla, la educación también se ha entregado a la causa. Libros digitales, deberes on line, emails que amplían el temario de un examen… La ola es imparable, y algo se pierde por el camino. Básicamente la proximidad del profesor con las necesidades del alumno. ¿Hasta qué punto es necesario basar la enseñanza en lo digital cuando la sociedad avanza por sí sola hacia un escenario en el que lo analógico, incluidos un esquema de lengua, matemáticas o biología, es especie en extinción? Sin tener otra referencia que la intuición, sospecho que el mundo de internet podría haber evitado el fracaso escolar de niños que necesitaban hace 30 años otros estímulos. Pero también creo que hay niños hoy en día que necesitan aislarse en cierta medida del mundo digital en su formación para llegar a la meta.