CUANDO ya había creído superado lo peor de las navidades, el amigo invisible, que generalmente parece el enemigo invisible, y el día de los Inocentes porque ¿cómo sabes en España qué es una inocentada, cómo distinguir la realidad y la ficción? ahora llegan los memes de fin de año. Si pensábamos que en 2020 ya lo habíamos visto todo, y terminamos de alucinar con 2021, el 2022 ha sido tan caótico, que los ha dejado a la altura del betún. Pero antes habrán tenido que hacer frente a la Navidad más cara de la historia. Ya saben: langostinos congelados a precio de langosta y corderos a los que, incomprensiblemente, se les pone cara de conejo. Bueno, yo con los regalos he ahorrado mucho. He reciclado cosas que llevan seis años encima del armario y las he largado envueltas en un lacito. También he comprado algún pijama en el chino. Puro poliéster, inflamable. Calidad brutal. Pues bien, antes de comenzar a pelearnos con las uvas (o con lo que tomen, doce conguitos por ejemplo), es obligatorio tener preparada una salva de memes. Para la cena, ¿el móvil va a la derecha o a la izquierda del plato? O dar la turra con la misma felicitación de 2023 a toda la humanidad. Porque al final van a mandar el mismo mensaje casposo que el año pasado... y lo saben. Pero si ustedes consiguen evitar el efecto Pedroche (yo en mi casa no lo logro), ojalá que sus problemas duren lo mismo que sus propósitos de Año Nuevo. ¡Urte berri on! l

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