O está mal hecha, o da lugar a interpretaciones malintencionadas, o todo a la vez, pero la cuestión es que la ley del ‘sólo sí es sí’, hace aguas. Uno de los condenados de La Manada ya ha anunciado que va a recurrir. Y tendría bemoles que saliera antes a la calle. Un absoluto ridículo del Ministerio de Igualdad y de Irene Montero, en particular, que ha demostrado una torpeza gigantesca porque negó que pudieran producirse rebajas en las penas. Ahora echan balones fuera, y dicen que no se está aplicando bien, o que los jueces son machistas y carcas. Aunque se esté en fase de demolición de la pareja Montero-Iglesias, y siendo verdad que todo rezuma un súper tufillo antiPodemos, la ministra debería dejar de esparcir mierda y asumir su responsabilidad. Y ahora no vale con aprobar a todo correr, una nueva ley y endurecer las penas, o añadir, a toda prisa, una nueva “disposición transitoria”. Claro, pones a una cajera a redactar leyes con su chupipandi colocada a dedo, y sale... una chapuza. Porque nadie se transforma de la noche a la mañana en legisladora por gritar ¡patriarcado! en las manifas. Ocurre igual que con el famoso cartel del verano contra la gordofobia. Con imágenes de modelos robadas, modificaciones hechas al tuntún, tipografías sin permiso... Otro desastre. Señora Montero, tome nota y redacte bien la ley trans, no vaya a ser que también le salga rana.