ESTA noche el director canadiense David Cronenberg (79 años) recibirá el Premio Donostia, pero a diferencia de Juliette Binoche (58) él no tendrá que contestar a preguntas sobre su edad. Resulta muy triste que todavía a estas alturas a las actrices maduras se las cuestione y se las relegue continuamente en el mundo del cine, en el que, según su lógica, los hombres son como el vino, mejoran con la edad y las mujeres, como los plátanos, si maduran demasiado, se tiran. Y, dado que la gran mayoría de directores y productores del celuloide son hombres, las actrices desaparecen de la pantalla cuando cumplen la cuarentena o como ha dicho Juliette Binoche en Donostia, se las ofrece solo papeles secundarios como ser la “esposa de”. “La madurez es una cualidad y no debe ser un obstáculo para una intérprete”, ha reivindicado en el Zinemaldia. ¿Por qué sorprende tanto que a sus 63 años Emma Thompson haya hecho un desnudo integral en la gran pantalla? Su escena en la película Buena suerte, Leo Grande ha abierto también el debate sobre el tabú de mostrar cuerpos desnudos cuando las protagonistas han superado los 45 años. La prensa especializada no ha dudado en calificar de “valiente” el atrevimiento de la actriz, candidata ya a liderar la inminente temporada de premios de Hollywood. Pero sigue siendo descorazonador que un hecho como este siga copando titulares en pleno 2022.

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