EL mundo real está lleno de incógnitas pero en ocasiones, bien contadas, regala semanas redondas en las que todo o casi todo coincide, para bien o para mal. La pasada fue una de esas y podría bautizarse como la semana del Ajax y del Fairy. Por un lado, un equipo casi juvenil eliminando de la Champions al que, dicen, es el mejor club de fútbol del mundo y, por otro, un responsable policial narrando la agresión a la policía con Fairy en Catalunya. Todo ello además aderezado con la entrevista a Pablo Casado en un bar de Altsasu. Son tres asuntos que están a diferentes niveles de importancia, pero llama la atención que en dos de ellos un detergente tenga tal protagonismo y en otro se eche de menos algo de higiene. Es cierto que, en el caso del equipo holandés que ha eliminado al Real Madrid, el Ajax, no tiene nada que ver con el producto de limpieza. Sin embargo, se percibe que el ventajismo ensucia las tres causas. Al igual que para que el Real Madrid descarrile es necesario que choque con dos trenes que vienen de frente, para que la justicia española acierte con algunas cuestiones que son de sentido común debe producirse un alineamiento de planetas tan inusual que solo ocurre una vez cada década y, en el mejor de los casos, se traduce en una reprimenda sin ningún efecto práctico cuando la justicia europea corrige el tiro. Y en el fondo queda la enorme duda de si la culpa es de quien deja que se ensucie el escenario o de quien no hace nada por limpiarlo, con Ajax, Fairy o jabón chimbo.