DEFINITIVAMENTE, soy un ingenuo. Puedo dar mi palabra de que, al ver la normalidad con que se disputaron las tres inolvidables etapas del Tour que pasaron por Euskadi, pensé que los sindicatos de la Ertzaintza y la plataforma jusapoliana habían optado por un acto de responsabilidad, dejando su protesta para mejor ocasión. Los datos que van apareciendo y las declaraciones desabridas me inducen a pensar que estaba en un error. Según el Departamento de Seguridad, en esas jornadas se produjo un más que llamativo aumento de bajas médicas en la Brigada Móvil. Como ironizó el consejero Erkoreka al anunciar la investigación correspondiente, quizá el resultado de la pesquisa sea descubrir que las y los agentes del cuerpo teóricamente en mejor estado de forma son particularmente enfermizos. Para nota, la explicación del secretario general de ErNE, Sergio Gómez de la Serna. “Cuando llueve, estamos bajo la lluvia”, espetó el responsable de la central mayoritaria cuando le preguntaron al respecto en una entrevista.

Resumiendo, que se ha perdido una gran oportunidad para desescalar el conflicto al tiempo que se recuperaba una parte del muchísimo crédito perdido ante la sociedad vasca. Eso, mientras hemos visto cómo el arrogante lema Sin convenio no hay Tour se ha quedado en agua de borrajas. Lo tremendo es que hay una nueva amenaza que pone el foco en las elecciones del 23J. Pues mucho ojo, porque unos comicios son algo más serio que una carrera ciclista. Si se nos puede caer el pelo por no ir como vocal a una mesa, imagen por incumplir el deber de garantizar la seguridad de la jornada electoral.