CAMPEONÍSIMO del ciclismo y de la humildad: Sé que llego con unos días de retraso, pero no puedo dejar de expresar mi tristeza por su pérdida. Me sumo a un inmenso pelotón que llora sinceramente su marcha y lo recuerda con elogios en los que pesa más la parte personal que la deportiva. Y eso es mucho decir para alguien que ganaba etapas y pruebas como si fueran churros. Para mí ha sido un inmenso privilegio ser espectador de sus días como corredor (Fagor, Kas, Teka), como director deportivo (Orbea, Caja Rural, Euskaltel) y, desde luego, como comentarista -un sabio- en diversos medios. Siempre, tratando de evitar los malos gestos y la soberbia y, en la mayoría de las ocasiones, con una sonrisa en la boca. Descanse en paz.