MINISTRO que parece ser víctima de algún hechizo maléficio: No sale de una y se mete en otra. Aún sin digerir la dimisión de la directora de la Guardia Civil, mientras no dejan de salirle pufos en los cuarteles beneméritos y sin que hayamos olvidado su triste papel en la matanza de la valla de Melilla, le viene el Tribunal Supremo a atizarle otra colleja. Sus altísimas señorías han anulado el cese del coronel Diego de los Cobos como jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Madrid. Así que no solo tendrá que devolverle su puesto sino que, de propina, deberá abonarle el pastizal que el personaje que le hacía la cama dejó de percibir desde su destitución. Lo dicho. Otra más, aunque no parece que vaya a afectar a su continuidad. Está blindado.