RIDÍCULA autofoto de ministra con su séquito en la capital oficiosa del imperio capitalista: Empezaré señalando lo gracioso a la par que revelador que resulta que el contraataque a quienes están criticando esta nada decorosa y muy paleta imagen sea otra que se hizo Ayuso con sus pajes en la misma ciudad. Se está reconociendo que en materia de desparpajo no hay diferencias entre la izquierda de la izquierda y la derecha más silvestre. En ambos casos, se trata de una excursión perfectamente prescindible y muy cara pagada a escote por una ciudadanía que en buena parte, como se cuenta en el texto de al lado, suda tinta china para permitirse una ensalada de lechuga, tomate y pepino, y no digamos unas vacaciones. ¿A qué viene tanta risa?