ANDIDATA humillada: Lo cierto es que no le pintaban nada bien las cosas, pero ni los augurios más pesimistas se acercaban al tremendo morrazo que se ha dado su candidatura. Ha perdido casi dos millones de votos... sobre una cantidad que venía ya muy menguada y, en resumen, ha certificado el peor resultado del Partido Socialista Francés desde 1969. Evidentemente, la culpa solo es suya en la parte que le toca como miembro de un aparato anquilosado que lleva años viviendo al pairo y fiándolo todo a un golpe de suerte como el que hace diez años llevó al Elíseo a su compañero François Hollande. Por cierto, qué diferencia entre las felicitaciones lúbricas del PSOE aquel día y el apabullante silencio que ha mantenido respecto a usted.