Quién nos lo iba decir: una de las palabras más repetidas de la campaña es el alias de un terrorista con más de una decena de asesinatos a sus espaldas. Pues ahí lo tenemos. ‘Que te vote Txapote’ es la consigna del momento, con la bendición de la inmensa mayoría de la prensa de orden y sus amanuenses.

"El «que te vote Txapote» se ha explotado como una cortina de humo para modelar una verdad alternativa en la que Sánchez y sus ministros niegan su alianza con Bildu"

Editorial de La Razón

Así, para el editorialista de La Razón, el mantra es lo menos que se merecen Pedro Sánchez y quienes lo han sostenido: “Sin duda, que ni para el presidente ni para sus aliados y colaboradores ha resultado grato que el bofetón dialéctico haya hecho fortuna en la ciudadanía de manera tan clara y explícita. La popularidad del eslogan ha obligado a aplicar una estrategia de control de daños sin que el remedio, claro, fuera peor que la enfermedad. Ya se puede asegurar que no se ha logrado. (…) El «que te vote Txapote» se ha explotado como una cortina de humo, una más, para modelar una verdad alternativa en la que Sánchez y sus ministros niegan su alianza con Bildu, se adjudican el mérito de la derrota de ETA y se bautizan como únicos paladines de la causa noble y justa de todos los damnificados de las décadas del terror separatista vasco en nuestro país”.

En ABC, Juan Carlos Girauta invoca la letanía. A favor, por supuesto: “¡Tú no haces referencias a tus debilidades! Tú no pronuncias las palabras «que te vote Txapote» porque, por muchas caritas de injusticia que pongas, lo que permanece es la imagen de Txapote introduciendo tu papeleta en una urna con la mano manchada de sangre”.

Luis Herrero Goldáraz hace como que tuerce un poco el morro en Libertad Digital, pero pronto queda claro que la frasezuela no le disgusta del todo: “El PSOE, ese partido temeroso del fascismo que detecta más peligro en quienes gritan "Que te vote Txapote" que en quienes planean recibirlo entre vítores cuando salga de la cárcel. Todos ellos participan de la misma asquerosa hipocresía que representa hoy más que nadie Bildu, respetuoso con las víctimas hasta el punto de seguir considerándolas un mal necesario que hubo que pagar por hacer más asequible su entelequia nacionalista. Lo que hacen es utilizarlas cada uno a su manera”.

"El problema es que la consigna encierra un sustrato de verdad. De esta legislatura queda la idea de que, para el PSOE, Bildu es moralmente superior a la derecha democrática"

Leyre Iglesias (El Mundo)

No muy lejos de esa teoría retorcida a placer está la columnera de El Mundo Leyre Iglesias. Sí, pero. No, pero sí y requetesí: “El problema es que la consigna encierra un sustrato de verdad. De esta legislatura queda la idea de que, para el PSOE, Bildu es moralmente superior a la derecha democrática. Por eso el presidente reclama al PP la condena de un cántico mientras a Bildu no le exige la condena de 853 asesinatos. Y por eso la abertzale Mertxe Aizpurua se ve capaz de decir que el lema es «indigno» y de pedir, atención, «todo el respeto del mundo a lo que dicen las víctimas». El auténtico festival del humor es ese”.

En El Español, Cristian Campos se agarra a la misma frase de la política soberanista para dictar sentencia: “Ayer miércoles fue el Día Internacional del Cinismo. Lo inauguró Bildu diciendo que el eslogan "que te vote Txapote" ofende a las víctimas del terrorismo. Porque es obvio que incluir a los asesinos de esas víctimas en sus listas electorales, en cambio, les entusiasma. Por no hablar de los homenajes a los terroristas que salen de prisión: mientras no se grite en ellos "que te vote Txapote", todo perfecto”.

Un paso más allá, José Antonio Zarzalejos añade en El Confidencial: “No puede ser que en el vigésimo sexto aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco se esté produciendo este esperpento: una filoetarra que defiende al presidente del Gobierno, un Sánchez silente y victimizado y un descontrol ético generalizado propiciado por la normalización política de la que ha disfrutado el abertzalismo radical en esta legislatura. Y que, además, provocador y desafiante, anuncia —con el partido de los golpistas de Cataluña— que serán ellos los que determinen la suerte de los acontecimientos en España”.

"Es un fruto de la sabiduría popular, no de un gabinete de imagen y comunicación. Por eso ha calado tanto. Porque tiene raíces populares"

Ramón Pérez-Maura (El Debate)

En El Debate, Ramón Pérez-Maura celebra que el cántico se haya extendido y ha llegado hasta la prensa extranjera: “Es un fruto de la sabiduría popular, no de un gabinete de imagen y comunicación. Por eso ha calado tanto. Porque tiene raíces populares. No hará falta decir que el día en que miles de asistentes a la corrida de la plaza de toros de Pamplona se pusieron a cantar el lema, quedó claro hasta qué punto ha calado. Navarra vive un momento político de escasa sintonía con PP y Vox. Pero lo más relevante para mí es que la mitad de la plaza que no coreó el «¡Que te vote Txapote!» tampoco pitó o descalificó a los que lo hicieron”.

"Si a Txapote le tocara decidir con su voto un desempate entre Sánchez y Feijóo, elegiría al primero"

Antonio R. Naranjo (El Debate)

Antonio R. Naranjo, también hiperventilado opinatero de El Debate, se suma con algarabía a los partidarios de dejarse la garganta coreando la indecente frase. Ojo a la argumentación para bendecir la cantinela: “Si a Txapote le tocara decidir con su voto un desempate entre Sánchez y Feijóo, elegiría al primero. Ni el propio Sánchez ni todos sus ofendiditos fijos discontinuos tendrían capacidad para desmentirlo, por mucho que su fuerza para sostener bulos y negar verdades sea tan legendaria como el currículo criminal del citado etarra, hoy más cerca que nunca de salir a la calle por cortesía del Gobierno”.

Y de propina, en Vozpópuli nos encontramos una pieza que pone en fila a los defensores de la matraca. Entre ellos destaca Fernando Savater, que dice: “A mí el lema me hizo gracia en su día y, desde luego, no me parece un insulto a las víctimas de Txapote”. Y sobre las quejas de varias víctimas del terrorismo, sostiene el filósofo: “Polémicas tontas para echar una manita al presidente apuntillado”. Nada más que añadir.