Los órganos de gobierno judicioso siguen tan bloqueados como ayer, no se engañen. Pero como Feijóo pasó por Moncloa y le leyó la cartilla al descorbatado Sánchez (más abajo les cuento), se impone el relato del gallego metiendo en vereda al presidente español.

Feijóo retrata a Sánchez: o hay acuerdo decente o seguirá el bloqueo”, titula su pieza el editorialista de El Debate. Es decir, que lo bueno es que siga el bloqueo, como se desprende del último párrafo de la parrapla: “Feijóo ya ha cumplido con su obligación institucional de atender un llamamiento del presidente, que nunca podrá alegar de nuevo que es imposible la negociación con el principal partido de la oposición. Y acertará aún más si, junto a esa actitud, se consolida el veto a los desmanes de Sánchez y se insiste en la necesidad de mejorar la autonomía de la Justicia como poder definitorio de una democracia sana”.

"Fue el Gobierno el que agravó el bloqueo del CGPJ"

Ignacio Camacho (ABC)

En ABC, junto a los parabienes al mesías de Génova por empezar a desfacer el entuerto, el recordatorio de quién es el mayor culpable de estos cuatro años de parón. Ignacio Camacho lo dice en una frase y lo apostilla con otra.: “Fue el Gobierno el que agravó el bloqueo del CGPJ con una reforma express para atarle las manos y sin dar marcha atrás no habrá solución plausible al colapso. Aunque, por supuesto, cada cual sea muy libre de llamarse a engaño”.

" ¡Benditos sean esos magistrados que no se dejan manipular! "

Isabel San Sebastián (ABC)

También en el vetusto diario, Isabel San Sebastián se sube a lo más alto para proclamar la derrota de Sánchez en esta guerra: “Al presidente del Gobierno le ha salido mal la jugada. El poder judicial ha resultado ser más duro de pelar de lo que esperaba y, a diferencia de otras piezas más maleables, resiste con bravura los asaltos a su independencia. ¡Benditos sean esos magistrados que no se dejan manipular! En ellos reside nuestra esperanza de conservar lo esencial de esta democracia maltrecha”.

En El Mundo no lo ven tan claro. Aunque el editorialista se felicita porque de la reunión de Moncloa salieron buenas palabras, deja caer que la cabra socialista tira al monte: “En todo caso, está por ver que Sánchez se avenga a aceptar ese cambio. La presión de la UE, que arrecia tras la dimisión de Lesmes, ha obligado al Gobierno a una negociación exprés. Pero son repetidas las ocasiones en que el PSOE ha defendido que nunca lo cambiaría, pues considera que la mayoría de los jueces son conservadores y que la única manera de restar poder a la derecha en los tribunales consiste en que la correlación de fuerzas presentes en el Congreso elija a la mayoría de los vocales del Consejo”.

Abundado sobre esta idea, en la página anterior del diario de Unedisa, Jorge Bustos sienta cátedra: “Nadie que no sea político se explica por qué los políticos tienen que nombrar a los representantes de los jueces, pero así lleva siendo desde que el PSOE concluyó que la Justicia era cosa demasiado seria como para dejarla en manos de un díscolo estamento de individuos libres y formados, sin otro mérito que sus pestañas quemadas durante cinco años sobre los 328 temas de una oposición ganada a otros aspirantes como ellos”. Se le olvida añadir que el PP siguió el mismo principio durante años, incluso gobernando con mayoría absoluta.

Ironiza Bustos en El Mundo, e ironiza tres gotas más José Antonio Vera en La Razón al explicar por qué el PSOE no quiere que cambie el modo de elección del poder judicial: “Es bueno que el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial funcionen al unísono, no vaya a ser que a este último se le ocurra tumbar otro estado de alarma o similar. Con la que se avecina, mejor que los poderes estén en sintonía. TVE, el CIS, la Fiscalía y el Judicial. Porque como decía el ex vicepresidente Iglesias, no se puede dejar la Justicia en manos de cuatro jueces reaccionarios”.

En El Español de Pedro J. Ramírez, el editorialista (probablemente él mismo) se pone solemne y titula: “No habrá disculpa para Sánchez y Feijóo si no pactan el CGPJ”. Como guinda para la sobreactuación un párrafo en el que echa mano de los comodines de costumbre: “Si esta última oportunidad se malbarata, el Poder Judicial no volverá al punto en el que estaba hace 48 horas, sino que se verá condenado a una inestabilidad y una provisionalidad de la que sólo sacarán beneficio los populistas. Es decir, Podemos, Vox y los nacionalismos”.

"En España, para una parte de la sociedad, la corbata se ha convertido en un símbolo de resistencia y de libertad"

Bieito Rubido (El Debate)

Les he reservado para el final el triple volatín del director de El Debate, Bieito Rubido. Para él, el detalle decisivo del encuentro en Moncloa es que Sánchez no llevaba corbata. A partir de ese detalle, Rubido se saca de la manga una curiosa teoría y termina proclamando que llevar corbata es símbolo de resistencia. Se lo juro: “Es muy propio de una personalidad como la suya. Por ejemplo, si se entrevista con los representantes de los multimillonarios capitalistas de los fondos norteamericanos, se pone la corbata. Si se sienta a dialogar con el jefe de la oposición, Núñez Feijóo, no se pone la corbata. (…) Por eso, en España, para una parte de la sociedad, la corbata se ha convertido en un símbolo de resistencia y de libertad”. Toma ya.