EL ascendente precio de la gasolina que lleva camino de sobrepasar las alturas del Apolo XI en pos de la luna ha logrado que el común de los mortales ponga el grito en el cielo. No podía ser de otra manera si se considera que llenar un depósito se ha convertido en la interpretación de pasos de baile tan sobrenaturales como The Butterfly, del Cisne Negro, un 540 battement en rond, grande jeté a la Don Quixote, siete dobles y un triple fouettés en tournant y un salto del gato de Cheshire, algunos de los más difíciles de la historia. Cada uno de ellos parece algo que solo verías en deportes de riesgo, algo equivalente al “lleno, por favor” de hoy en día.

Es por ello que puede atribuirse el donde la oportunidad al anuncio de que la primera electrolinera de Bizkaia se abrirá con ocho cargadores ultrarrápidos. La oportunidad, que rara vez aparece en el momento justo, hace ahora acto de presencia en el gran número de la vida sobre ruedas. Aprovechas la oportunidad si estás hablando de circunstancias que te permiten hacer algo que realmente te gusta. ¿Te gustaría conocer a tu cantante favorito? Cuando la situación es idónea para hacer algo que te interesa, se dice que tienes la oportunidad de hacerlo. La palabra oportunidad viene de la frase en latín ob portum, hacia el puerto, que se refiere a un viento favorable que permite a los barcos entrar en el puerto de forma segura. Piensen, quienes esto lean, en la oportunidad como algo similar a un buen viento que sopla en su camino.

Ese aire nos anuncia que la hermandad alcanzada entre el centro comercial de Bilbondo, Porsche e Iberdrola permitirá cargar las pilas del vehículo eléctrico en tiempo en que toma un cortadito: un cuarto de hora. No es una pérdida de tiempo irreparable y sí una ganancia insólita en el mercado medioambiental, donde cotizan al alza las grandes ideas que, como la inmensa mayoría de ustedes saben, siempre son las que pueden llevarse a cabo. Esta ocurrencia a tres bandas, ya les digo, es un don. Nadie mejor que Victor Hugo para explicarlo. El viejo escritor parisién fue quien nos dijo que el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. Esta claro que esta que hoy le traigo al café es la hora de los valientes. Lo que debiéremos hacer es saludarles con la mano cuando pasen por delante y seguirles en caravana. l