eL pavimento fue sembrándose a lo largo del día de cadáveres de paraguas destripados que recordaban a los esqueletos de animales metálicos. Un viento violento y una lluvia pertinaz e impertinente se encargaron de aguar el estreno de #BilbaoGabonak, un plan de actuaciones de animación que fueron desplegándose por la ciudad con el firme ánimo de alentar la ciudadanía para que consuma en el comercio local. Todo comenzó en las zonas de San Ignacio, Deusto y Uribarri que se pobló con una quinteto musical, un maestro de ceremonias y un elenco de gente del teatro que jaleaban sobre las calles empapadas y llamaban a una celebración del consumo en estas fechas.

En la actualidad, los pequeños comercios, esos en los que conocemos de años ha a sus propietarios y a los que hemos ido desde pequeños, libran una batalla por la supervivencia. Están destinados a darle personalidad a su municipio y a despertar una sensación de pertenencia. Durante las últimas décadas, la aparición y desarrollo de nuevas tecnologías como la compra y venta por Internet han hecho daño a gran parte de este tipo de comercio. Atrás quedó el aprecio por lo auténtico y lo artesanal, por los productos frescos y naturales. Nacía una era que premia la rapidez, lo barato y el consumo masivo sin importarnos siquiera qué. ¡A rebelarse!