GIL Manzano tuvo un partido trabado y la verdad es que estuvo acertado en lo esencial.

Se le pidieron hasta seis penaltis y, sobre todo, se le reclamó fuera de juego en el gol del Alavés en el minuto 44, en el saque de una falta sobre el área del Athletic, donde Borja Bastón está en fuera de juego posicional y que además no salta a disputar el balón; seguido despeja Iago Herrerín y después del rechace el balón cae a Bastón ya en posición correcta, y marca. El gol es legal. Acierta el colegiado.

Previamente, en el minuto 21, no existe empujón dentro del área del Athletic, solamente una simple mano de Yuri Berchiche puesta en la espalda de un rival. El VAR tampoco indicó al árbitro ninguna anomalía.

Posteriormente, en el minuto 54, se pidió otro penalti por carga legal de Víctor Laguardia a Iker Muniain dentro del área, pero no es penalti.

Ya en el 75, cuando Iñaki Williams salta dentro del área cayendo y Pacheco despeja el balón, sí es cierto que existe una pequeña sujeción sobre el delantero rojiblanco, pero que no es suficiente para señalar penalti.

En el 78 Rubén Duarte solamente pone la mano a Williams en el salto y, aunque el delantero del Athletic cae, tampoco existe penalti.

Lo único negativo del colegiado extremeño fue que perdonó varias tarjetas al Alavés por entradas a destiempo y especialmente por dos planchas con contacto que fueron muy descaradas.

Quiero aprovechar para hacer un apunte: a ver si alguien explica a los jugadores que cuando actúa el VAR hay orden de amonestar a quien proteste o falte al respeto.

Por último, quiero señalar que Abelardo dio todo un ejemplo de cómo hay que hacer un planteamiento de partido para cada tiempo para al final intentar buscar la victoria.