cuando pensamos en un tomate, una lechuga o una escarola no nos imaginamos que por detrás puede haber una empresa innovadora que ha sido capaz de unir el negocio, la ecología y tecnología en todos sus productos. He tenido la oportunidad de conocer a Jon Ander y encontrar a un amante de la agricultura ecológica que ha convertido esa pasión en su profesión y medio de vida. Desde sus propias huertas están creando cestas semanales que permiten recuperar el gusto por las hortalizas ecológicas a las familias que habíamos perdido y olvidado el sabor de lo fresco. Todo empezó como un proyecto que rompía con todo la vida anterior para convertirse en un agricultor, poniendo en marcha una explotación agrícola ecológica en Bizkaia. Todo esto pasando antes por la Escuela Agraria de Derio que le permite aplicar desde las técnicas más tradicionales, hasta los últimos avances tecnológicos dentro de sus invernaderos. El control del riego en función de la humedad o del tipo de suelo es solo una de las utilidades básicas que se hacen de la tecnología, que permite unos productos más naturales y mejorar la calidad de vida de los agricultores. Cuentan con la certificación europea ENEEK que garantiza que los productos que se producen cumplen de verdad los requisitos para llamarse ecológicos. Una vez al año organizan una jornada de puertas abiertas para poder ver el origen de todos sus productos y la forma de cultivarlos. Date una vuelta por las recetas que tienen en su web.
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