CUADRA Fernández no fue un enemigo para el Athletic en Vallecas. El colegiado balear creo que no perjudicó a los rojiblancos, todo lo contrario. En el minuto 13, tras el buen zapatazo de Raúl de Tomás que superó a Herrerín, el árbitro acudió al VAR. Y tras revisar la jugada anuló el gol del delantero rayista al considerar que se ayudó con la mano. Creo que es un rebote involuntario. Si yo llego a estar en el campo, no lo hubiese anulado. Pero aquí también hizo su trabajo Iñigo Martínez, con sus reiteradas protestas. El tanto de Muniain en el segundo acto fue legal. Un empate que no vale de mucho en otro partido para olvidar de los pupilos de Eduardo Berizzo.
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