EL extremeño Gil Manzano no tuvo dificultades para llevar el derbi y cuando las tuvo, el VAR fue en su auxilio. Así ocurrió en el minuto 13, cuando señaló un penalti de Iñigo Martínez sobre Enrich. En un primer momento, el colegiado dejó seguir el juego. Pero tras la revisión de la jugada, se fue a los once metros. Creo que acertó, porque el central del Athletic agarra de los hombros al delantero armero, que cae dentro del área. Fue la única jugada polémica de un encuentro en el que no hubo entradas duras. El dominio fue absoluto del Eibar, aunque el VAR le favoreció. El Athletic, por su parte, careció de carácter y agresividad.