EL irrefrenable deseo de ser la cabra en el desfile. Para desfiles militares siempre hay dinero, sea quien sea quien presida, izquierda/derecha ¡ARR! Aunque en esta ocasión, tras los acompasados abucheos/pitos y gritos de “okupa”/“plagiador” más de uno habrá añorado ser la cabra (perdón, cabrón-legionario Miura) en el desfile protagonizado, ¡oh, casualidad!, por el tercio Millán Astray, con retrovisor puesto en el salpullido catalanista.
Millones de españoles habrán vacacionado tranquilamente este puente festivo sin importarles un comino el día de la Patria/Hispanidad/El Pilar/la patrona de la GC o de sanjuan parangaricutiro. Y un año más he preguntado a algunos hispanoamericanos por esta fiesta; aparte del introito a un colonialismo genocida, esta fiesta no significa nada-nada para ellos, casi tan poco como para nosotros. Todo se reduce al paseíllo militar con cabrón incluido y una recepción real con ágape para autoridades a cargo del erario público. Excluidos los aviones, son 800.000 euros. Cifra a sumar a los 733.000 (declarados, ¡a saber la realidad!) gastados el 26 de mayo en Logroño en el desfile del día de la Fuerzas Armadas, cuyo costo duplicó al de 2017 y cuadruplicó al de 2016.
Es lo declarado públicamente, porque acceder al gasto militar real es cazar la luna a lazo. Todo son capítulos cifrados y gastos reservados, muchos camuflados en partidas presupuestarias de otros ministerios: llamémoslo GMO-GastoMilitarOculto. Al aumento directo del presupuesto militar del 32% en 2017, y 10% en 2018, hay que sumarle once mil millones de euros camuflados en otros ministerios: 2654,93 millones para la Guardia Civil, de Interior; 19,48 millones para “organismos militares internacionales” de Exteriores; 302,36 millones de Industria para I+D militar ? y otros gastos ocultos que elevarían el presupuesto militar un 145% con respecto al declarado públicamente.
Es encomiable la UME y algunas salidas de apoyo internacional, pero durante los dos últimos siglos en términos estrictamente militares, el glorioso ejército español ha ido de victoria en victoria hasta la derrota final: independencia de países americanos, Cuba, Marruecos, Ifni, Sahara?; sólo ha salido victorioso en batallas libradas contra su propio pueblo: guerras carlistas y última guerra (in)civil. Comparados no ya con Rusia, USA, China, o Israel, sino con países de similar rango económico, es evidente la insignificancia internacional del ejército español. ¿A santo de qué tanto empeño en aumentar el gasto militar? ¿Acaso hay tanto industrial Morenés libando entre bambalinas? ¿Por qué se podía aumentar en 2017 el gasto militar en 1.800 millones y se negaba subir las pensiones con ritmo-IPC que costaba 1.300 millones? ¿Podemos mantener este gasto militar con 2,5 millones de niños pobres y un 20% de españoles en riesgo de pobreza?
Si hay dinero para pasear tanques, comprar submarinos que no flotan o mantener a cuerpo de rey a un macho cabrío, ¿por qué no para subir las pensiones y reducir la pobreza estructural?
Detrás de un costoso ejército inoperante siempre hay un ciudadano sorprendido.