AUNQUE a finales de junio las caravanasde salida fin de semana y/ovacacional pudieron hacernos pensarque es posible librarnos de los asuntoscotidianos, la realidad es que con esta escapatoriaganamos un breve tiempo de respiro,pero el problema espera a la vuelta.
Como acabo de retratarme fiscalmente enHacienda me ha impactado conocer, meimagino que como a la mayoría, esa larga listade morosos fiscales cuya deuda globalsupera los 15.000 millones de euros. EnEuskadi con 270 grandes morosos que adeudan868 millones, no solo no nos libramosde los tramposos, sino que ha aumentado en149 millones la deuda, con dos hermanosguipuzcoanos a la cabeza de los trileros. Lacifra es mareante porque ¡la de cosas quepodían hacerse con este dinero!, en investigacióny ciencia, educación, pensiones,empresas, cultura?, pero no, porque ya hanaclarado que no podemos asignar utilidadtangible a esa deuda. Es así porque muchacorresponde a empresas que han desaparecidoo están en quiebra o son insolventes o eldueño? ¡a saber dónde! Así que año tras añose repite la lista de morosidad, dando la imagende que la deuda en vez de dinero sea unanube etérea. “De hecho, la mayoría no serecuperará nunca”, así que nuestro gozo enun pozo, el dinero de todos no es de nadie.Además, estos morosos repiten ranking añotras año y no les pasa na de ná. Pero ojo, siusted debe 1.000 euros, le freirán a multas yembargos.
Porque como dicen muchos expertos encuentas públicas, más que la de morosidad,la lista que debiera publicarse es la dedefraudadores, donde aparecerían nombresbien conocidos ?deportistas, banqueros, gentedel espectáculo?? que la haría ejemplarizante.Porque más preocupante que la pertinazpresencia en lista de los morosos es lajactanciosa ausencia de los millonariosdefraudadores; unos se declaran insolventes,otros hacen desaparecer su empresa o losbienes no aparecen ligados a su nombre,algunos utilizan testaferros o sociedadespantallas, o se lo llevan puesto a paraísos fiscales?No sé si para tapar este enorme agujerofinanciero público que dejan los más pudientes,el nuevo gobierno ha anunciado su propuestade nueva fiscalidad.
Como está másescorado a la izquierda, propone, teóricamente,gravar más a las rentas más altas,establecer un IRPF mínimo del 15%, subir elimpuesto de sociedades, incrementar losimpuestos medioambientales, gravar más eluso del diésel, obligar a las grandes industriastecnológicas a tributar aquí? Suenabien esta tabla de buenos propósitos, quepodrían levantar la recaudación unos 6.500millones. Y si persiguieran un poquito elfraude de los grandes contribuyente-ausentespodrían llegar a los 8.000 millones. Perome temo que a partir de cierto nivel de ingresosla morosidad repunte o lo que es peor, elfraude se dispare aún más y la nueva fiscalidadafecte a los de siempre, al pobre quitándoleel pan y al de la clase media, el cochediésel. ¡País de pícaros lazarillos!No importa, porque “todos somos igualesante la ley”, aunque metan en la cárcel porrobar gallinas y saquen a otros por saquearmillones. En cualquier caso, la vuelta de lasvacaciones seguramente será más dura.
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