LA labor de Gil Manzano en Mestalla se puede considerar de buena, ya que no perjudicó a ninguno de los dos equipos en el marcador final. Pero el colegiado extremeño cometió dos errores. Uno en cada área. Primero, en el minuto 56, Etxeita, en un salto con Negredo, toca el balón con el brazo de forma voluntaria, por lo que debió señalar penalti. En el minuto 71, Parejo agarra claramente a Aduriz dentro del área pequeña. Incomprensiblemente, Gil Manzano no señaló los once metros. Fue un penalti claro. Por lo demás, el árbitro acertó en otras jugadas problemáticas. Por ejemplo, no existe falta alguna de Etxeita sobre André Gomes, que reclamó penalti. El jugador del Valencia busca el contacto con el central del Athletic, sin que este le derribe voluntariamente. También acertó en anular un gol a Negredo en el minuto 50. El delantero che estaba en posición de fuera de juego, por lo que las protestas del público no tenían sentido. Añadir que me alegro del gol que logró Iker Muniain. Seguro que al delantero de la Txantrea le viene muy bien para coger moral después de un regreso de la lesión tras la que aún no ha alcanzado su mejor nivel.
