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El gran escarmiento

cATALUÑA no es solo el escenario de unas elecciones históricas. Y es más que el tema informativo y de debate -tan desigual y amañado- que estos estos días satura la televisión. Lo que allí está ocurriendo es la gran desilusión de la libertad: de cómo el sueño de la democracia es destruido por los poderes que la tutelan y de cómo los ciudadanos, que creyeron que la libertad les pertenecía, están siendo desposeídos de su ejercicio real. Frente a la ingenuidad y pureza de las ilusiones de un pueblo admirable, harto de estar harto de España y sus bajezas, se alzan los altavoces del miedo y las advertencias que los banqueros y los dueños del planeta emiten por sus medios dominantes. No hay posibilidad de independencia catalana, ni de nada que se le parezca, avisan airados los que mueven los hilos de nuestras vidas. La amenaza del exterminio tiene hoy la versión de la pobreza y el aislamiento, al igual que algunos hombres retienen a sus tiranizadas mujeres, los padres a sus hijos y las empresas a sus más creativos trabajadores. A Cataluña solo le queda el heroísmo para ser ella misma, como cuando un ser humano, entregado a la causa que le da sentido y sublimado por sus más nobles emociones, se dispone a pagar el tributo del sacrificio para el triunfo de su existencia.

Se teatraliza el gran escarmiento. El bombardeo irracional contra el presidente Mas, a quien se tacha de iluminado y aún peores maldades, es tan agobiante e injusto que resultan cómicas las críticas de parcialidad a TV3. Basta con verla con un mínimo de honestidad para comprender que la televisión catalana a duras penas trata de sostener el equilibrio democrático. La Junta Electoral de la zona y los medios estatales, aliados en el proyecto de achicar la voluntad colectiva, han tomado partido por la España inamovible. Como la figura de Pau Gasol en las patrióticas retransmisiones del Eurobasket en Cuatro. Aunque solo fuera por estética, Cataluña merecería su emancipación. En la vida solo hay presente y futuro. El pasado no existe: el pasado existió.