Y duran, y duran...
cUÁL es la duración ideal de un programa? El promedio del nivel de saturación de los diferentes tipos de espectador, según la naturaleza del espacio y sin olvidar otros dos criterios: es mejor quedarse cortos que ser cansinos y hay que poner los gustos de la gente por delante del interés de la cadena. En la tele, como en todo, existe una medida de las cosas. Lo que no tienen las dos emisiones de ETB con más seguidores, los teleberris y Eguraldia, partes de un mismo bloque que normalmente alcanza los noventa minutos, una eternidad para los televidentes y causa de que la cadena vasca llegue tarde al choque con las demás cadenas en los momentos de máxima competencia. Cuando las películas y series han comenzado, nuestra tele pública sigue aún con los anuncios, los goles y las borrascas. El tren de ETB tiene una demora de un cuarto de hora y eso que suele adelantarse dos minutos en sus viajes por las noticias. Sale el primero, pero llega el último por exceso de itinerario informativo. ¿Y eso es malo? Sí, porque una vez enganchado a una historia es difícil que el televidente, ansioso y previsible, cambie de pantalla.
Supongo que esta estrategia de retraso tendrá alguna explicación técnica, pero contraria a los mecanismos de respuesta individual. Es verdad que la meteorología importa mucho, por lo cercano, más que el drama de los inmigrantes o los millonarios fichajes del fútbol, de lo que los programadores de ETB podrían haber deducido que los ciudadanos, con tal de ver soles o nubecillas sobre el mapa, esperan a Ana Urrutia con santa paciencia cuanto sea necesario. La audiencia ya no funciona por afinidad, de lo que es exponente el irresistible liderazgo de Telecinco en Euskadi. No confundamos tiempo con paciencia: lo primero es magnitud; lo segundo, virtud.
Los teleberris y Eguraldia han emulado el eslogan de las pilas Duracell: “y duran, y duran?”. El txantxangorri y el conejito son igual de incansables. Pues deberían durar menos y asumir que una emisora pública tiene otras noticias que dar y otro tiempo que ofrecer.