Termino ya esta columna un tanto tecnológica con un post muy interesante que he encontrado en ‘Microsiervos’ sobre lo “caras” que resultan las aplicaciones que nos descargamos gratuitamente a nuestros móviles. Pues bien, de media gastan un 16% más de energía, ocupan un 22% más de memoria y consumen un 79% más de datos móviles que las que son de pago. ¿Por qué? Por una cuestión muy sencilla: los anuncios que permiten esa “gratuidad” de las aplicaciones.